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Gárate gana la batalla y Contador, la guerra

  • El guipuzcoano de Rabobank consigue la victoria en la cima del Mont Ventoux
  • Un pletórico Contador ayuda a Lance Armstrong a defender su tercer puesto en la general
  • Los hermanos Schleck animaron la etapa, pero sólo Andy subirá al podio, como segundo

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Contador, a las puertas del triunfo

En lo más alto del Mont Ventoux, en el examen final de la 96ª edición del Tour de Francia, el ciclismo español ha vivido un día grande. La montaña pelada, el último gran rival de Alberto Contador en esta edición del Tour de Francia, rubricó la victoria del madrileño, su segundo Tour, el cuarto consecutivo de un ciclista español. El vasco Juan Manuel Gárate (Rabobank) logró la victoria de etapa al alemán Tony Martin (Columbia), convirtiéndose en el primer español que gana en esta ya mítica cima, y Lance Armstrong defendió su tercer puesto en la general, su cajón en el podio de París, ante los hermanos Schleck y Bradley Wiggins [Así ha sido la etapa] [Clasificación general].

Tras una apasionante subida, la general quedó sin cambios en los primeros puestos. Los Campos Elíseos coronarán al final a los dos líderes de Astana, con Contador en el escalón más alto y el americano, heptacampeón de la ronda gala, viendo a su compañero desde dos peldaños más abajo. El luxemburgués Andy Schleck termina en segundo lugar de la general, a 4:11 del madrileño.

"He vivido dos carreras, en la bici y en el hotel", reconocía Alberto Contador a TVE, un resumen honesto y descarnado de esta edición del Tour, la doble emoción y el doble motivo de satisfacción de la victoria de Contador, que ha triunfado frente a propios y extraños, superando la hostilidad más o menos encubierta en el seno de un convulso Astana, que después de los últimos triunfos, camina hacia su disolución.

Por partes, la penúltima etapa del Tour de Francia coronó a todo un veterano del pelotón, Juanma Gárate, que a sus 33 años se apuntó la quinta victoria española en este Tour, y que se convierte en un ciclista español más en sumar una victoria en las tres grandes Vueltas.

"Lo he soñado anoche", confesaba un exultante y agotado Gárate a las cámaras de TVE. "Soñaba con esto, que llegaba a la cima, que Contador me cogía y que me dejaba ganar". 

Casi se hace realidad su sueño punto por punto. El guipuzcoano culminó una fuga de 16 corredores para escaparse en la ascensión final al Ventoux con el joven alemán Tony Martin. Al segundo intento, logró descolgar a su rival a 150 metros del final, cuando ya se echaba encima el grupo de favoritos, con Contador, Armstrong y los hermanos Schleck, y se convirtió en el primer español que se une a la nómina de ilustres ganadores en el Mont Ventoux, entre los que se encuentran Marco Pantani -al que Armstrong cedió la victoria en el año 2000- o el último en hacerlo, Richard Virenque.

Contador y Armstrong, con las ideas claras

La etapa comenzó con ataques de inicio hasta que se formó una fuga  numerosa - de 16 corredores- en la que se infiltraron Gárate (Rabobank), Pérez Moreno (Euskaltel) e Iván Gutiérrez (Caisse d'Epargne). 

Antes de subir al Ventoux, los ciclistas tuvieron que sobrepasar cuatro cotas de poca entidad. El grupo de escapados llegó a gozar de  ventajas superiores a los 10 minutos, pero tanto los Saxo Bank como los Garmin comenzaron a intensificar el ritmo para dejar el grupo principal con tan sólo 40 unidades a los pies del Ventoux. 

En cabeza, Gárate lanzaba varios ataques fulminantes hasta que se quedó en solitario junto al germano Tony Martin (Columbia) -una de las revelaciones del Tour- para subir ambos a ritmo el puerto. 

Por detrás, los hermanos Schleck movían pronto ficha. Primero Franck y después Andy ponían a prueba la cohesión de un Astana que tenía muy claros los cometidos de sus líderes Contador y Armstrong. El pinteño sólo saltaba a los ataques del pequeño de los Schleck, mientras que Armstrong se ocupaba de dominar a Franck, su rival para arrebatarle el tercer escalón del podio de la prueba.  

Andy y Contador se marcharon del grupo con pasmosa facilidad del grupo, pero el corredor del Saxo Bank no encontró la colaboración del líder, que mostró su vertiente más conservadora al limitarse sólo a contestar a sus ataques, pero nunca a darles continuidad. 

A falta de 6 kilómetros, y con Nibali (Liquigas) -otro aspirante a expoliar el podio a Armstrong-, Andy decidió que no debía seguir dando la cara y paró hasta la neutralización total de los dos grupos de favoritos, mientras que Gárate y Martin respiraban con dos minutos de ventaja. Tan grande fue el parón que el líder de la montaña, Franco Pellizotti (Liquigas), apareció como un oportunista para lanzar su ataque y poner en jaque la etapa para los dos fugados. 

En el grupo de favoritos, Andy Schleck lanzaba balas de fogeo para dar el resto a falta de tres kilómetros para la meta. Los favoritos atraparon a Pellizotti con un kilómetro para llegar a la meta y Gárate, escuchando la cercanía de los favoritos, atacó para dejar a Martin atrás. El alemán resurgió de sus cenizas en los 500 metros finales, pero el guipozcoano reaccionó a su llegada con un sprint definitivo.