Los atentados yihadistas en París, en el que pudieron participar hasta nueve terroristas, casi todos abatidos durante el ataque, han dejado al menos 129 muertos en pleno corazón de Europa y más de trescientos heridos. Entre las víctimas tres españoles, dos de ellos con doble nacionalidad. Tras la masacre, operativo policial y militar sin precedentes, numerosos registros, detenciones y un comando desarticulado en el asalto a Saint Denis, en el que murió el presunto cerebro del 13-N, Abdelhamid Abaaoud. El despliegue policial se extendió también a Bélgica, considerada el centro neurálgico del yihadismo europeo. François Hollande ha dicho que Francia está en guerra y ha propuesto a la Asamblea francesa reformar la Constitución para luchar con más medios contra el ISIS. Francia ha ampliado tres meses el estado de emergencia y el presidente Hollande ha pedido una gran coalición internacional contra el yihadismo. Rusia y Francia bombardean posiciones del autodenominado Estado Islámico en Siria. Informe Semanal ha entrado en los lugares donde se produjeron los atentados. Entrevistamos a un testigo directo de la operación policial en Saint Denis, a comerciantes próximos a la zona de los atentados, a Dimitri Mohamadi, encargado de la pizzeria que sufrió los primeros ataques, a Patrick Pelloux, médico de urgencias del "SAMU" de París y presidente de la Asociación de Médicos Urgentistas de France (AMUF), a Benjamín Stora, historiador y presidente del Museo Nacional de la Historia de la Inmigración en Francia, y a Tarik Bengarai, imán de la Mezquita de Argenteuil.
Ahmet Dahmani, belga de origen marroquí. La policía turca le ha detenido en un hotel de lujo en Antalya, en la costa sur. Sospecha que fue quien localizó los objetivos que serían atacados por los terroristas, en Paris. Junto a él, los dos jóvenes que le habrían ayudado a pasar la frontera. Ocho días después, registros e interrogatorios van desvelando detalles de los 3 comandos que actuaron. El presunto cabecilla, Abdelhamid Abaaoud, fue identificado entre los muertos en Saint-Denis. El cerco se cierra sobre Salah Abdeslam, en busca y captura y otros posibles integrantes.
Poco tráfico y calles semidesiertas. Las autoridades recomiendan cerrar bares y restaurantes. Conciertos, partidos y otros eventos multitudinarios, suspendidos. Museos, cines y teatros no han abierto. El centro de la ciudad, tomado por la policía y los militares.
El estado de alerta terrorista en que se encuentra la capital de Bélgica, Bruselas, ha afectado igualmente a las competiciones deportivas. Estas se han visto suspendidas, aunque de momento solo en el área de la ciudad y no a nivel nacional.
Mokhtar Belmokhtar, líder del grupo Al-Murabitoun que ha reivindicado el asalto de Bamako es uno de los terroristas del norte de África más buscados desde hace dos décadas.
Bruselas se enfrenta a una "amenaza grave e inminente", según el Gobierno belga, que ha decidido elevar al máximo nivel la alerta terrorista en toda la región. Se ha cerrado el metro y suspendido todos los actos en los que se preveían aglomeraciones de público y reforzado la seguridad en zonas clave de la ciudad, donde ejército y policía patrullan juntos.
La comunidad musulmana en España, que ha celebrado su primera oración del viernes tras los atentados de París, ha pedido perdón a Europa por los actos "de unos individuos que no saben qué es el Islam", al mismo tiempo que ha agradecido a España que les deje vivir en paz y con seguridad. Alrededor de 1.500 personas han acudido al Centro Cultural Islámico de Madrid (conocido como mezquita de la M-30), donde el imán Hussam Khoja ha pronunciado un sermón (Jutba) en el que ha condenado el asesinato de inocentes civiles. Se trata de personas "injustas" que "derraman la sangre" y "representan la maldad", ha dicho el imán en referencia a los terroristas. "Debéis respetar el país en el que vivís. Respetad sus leyes y su gente y sed una buena imagen para el Islam. Tened cuidado de los sitios de la corrupción y no habléis con extraños por internet y haced que los jóvenes establezcan buena relación con sus familias para que se alejen de todo pensamiento incorrecto".
Un grupo de hombres armados ha atacado este viernes el hotel Radisson Blu de Bamako, en el barrio diplomático de la capital de Mali, y ha tomado como rehenes a170 personas, lo que ha motivado un asalto de las fuerzas especiales malienses que ha acabado con al menos 27 rehenes muertos y tres atacantes abatidos.
Desde los atentados de París cualquier incidente que ocurra en torno a la frontera con Francia, por pequeño que sea, pasa a ser investigado por las fuerzas de la lucha antiterrorista. Una zona sensible en la que se ha reforzado la vigilancia con unidades de intervención de la policía y con el grupo rural de seguridad la Guardia Civil, departamentos especializados en situaciones de riesgo especial.
Francia se ha tomado muy en serio la posibilidad de un atentado con sustancias químicas. Tras el anuncio realizado por el primer ministro Valls se ha incrementado la vigilancia en puntos clave. Entre ellos, el de abastecimiento de agua. Otra consecuencia directa de los atentados: una toma de conciencia y una mayor implicación en la seguridad nacional. En este sentido, se han multiplicado las peticiones de incorporación al Ejército.
La mayoría coinciden en la tristeza de estos momentos, algunos apenas pueden articular lo que sienten. Frente a la sala Bataclán una amalgama de recuerdos y símbolos de solidaridad. Los comercios, en vísperas de Navidad, confirman que se ha visto disminuido su negocio.
Abdelamih Abaaoud cogió el metro la noche del viernes, poco después de los atentados. Las cámaras de seguridad le captaron colándose en la estación de Croix de Chavaux, línea 9 de Montreuil. Está situada a 500 metros del Seat negro, en el que se desplazó el comando que acribilló a los clientes en las terrazas de bares y restaurantes. Eran las 10 y cuarto de la noche, casi una hora después de la masacre. En superficie se ha desatado el caos, con rehenes en la sala Bataclán. En ese momento, Abaaoud está a 6 km del lugar. Si ha llegado hasta ahí conduciendo el Seat, habrá tardado una media hora, desde las terrazas.
El ministerio de Exteriores no tiene constancia de que haya españoles entre los rehenes y fallecidos en el atentado en Mali. Un país en el que nuestra colonia es muy reducida.