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El presidente estadounidense, Donald Trump, ha despegado este martes del aeropuerto de Ben Gurión, en Tel Aviv, poniendo fin a una visita de 28 horas a Israel y Palestina en la que ha intentando promover un acercamiento hacia la paz y lograr nuevos compromisos contra el terrorismo. Trump concluye así la segunda etapa de su primera gira internacional y pone rumbo al Vaticano, donde será recibido por el papa Francisco. Durante las 28 horas que ha estado en la región, Trump ha visitado Jerusalén y la ciudad cisjordana de Belén y se ha entrevistado con los presidentes israelí, Reuvén Rivlin y palestino, Mahmud Abás, así como con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Trump no ha anunciado ninguna iniciativa para retomar negociaciones de paz, aunque se ha mostrado muy optimista en esa cuestión y ha asegurado que Netanyahu y Abás están dispuestos a ello y que él se va a involucrar personalmente en este asunto. También ha insistido en su condena del terrorismo y en instar a una alianza internacional contra este, además de indicar que la paz entre palestinos e israelíes puede servir de fundamento para una paz regional. El presidente estadounidense alabó al Estado de Israel y ha manifestado que este tiene lazos inquebrantables, antiguos y eternos con Tierra Santa, como también elogió a su anfitrión en la anterior etapa de su viaje, el rey Salmán de Arabia Saudi. Trump evitó hablar de la solución de dos estados para el conflicto palestino- israelí, y se limitó a apostar por la paz que acuerden las partes, sin ninguna otra condición más allá de que esta sea viable, al contrario que anteriores presidentes estadounidenses, que apostaron claramente a favor de tal planteamiento.

El soldado israelí Elor Azaría, que mató de un tiro en la cabeza a un joven palestino cuando estaba en el suelo herido e inmovilizado tras atacar a otro uniformado en Hebrón, ha sido condenado este miércoles por homicidio. La presidenta del tribunal, la juez Maya Heller, ha descartado durante la lectura de la sentencia los argumentos "cambiantes y evasivos" de Azaría. Heller ha certificado que Azaría sabía que sus actos provocarían la muerte del palestino Abdel Fatah Al Sharif cuando le disparó y ha rechazado la teoría de que el atacante murió por los disparos previos y no por el suyo, como argumentó la defensa. La pena será fijada más adelante en este caso, que ha provocado gran tensión en la sociedad israelí y la división entre los que defienden al soldado y los que creen que lo que hizo fue inmoral y contrario al código militar.

Los hechos ocurrieron el pasado marzo en los alrededores de la ciudad de Hebrón cuando dos palestinos se aproximaron al control militar de la localidad de Tel Rumeida y apuñalaron a un soldado. Los militares israelíes redujeron y abatieron a los dos agresores. Uno murió en el acto mientras que el otro, Al Sharif, quedó tendido en el suelo, herido. En el vídeo, grabado por un activista de la ONG israelí B'Tselem y que dio la vuelta al mundo, se ve cómo Azaría, de 20 años, remata al palestino en el suelo.