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Grecia le ha ofrecido al Museo Británico un pacto por el que renuncia a reclamar la propiedad de los frisos del Partenón, a cambio de un préstamo a largo plazo, para reunir todas las piezas en Atenas. Los frisos también conocidos como los mármoles de Elgin, por el oficial británico que los desmontó y llevó por partes a Inglaterra, se conservan desde hace 200 años en el Museo Británico. La colección representa más de la mitad de la figuras decorativas del Partenón. Con este ofrecimiento, Grecia busca juntar todas las piezas en el nuevo Museo de la Acrópolis, mientras el Museo Británico piensa que la estancia de las piezas en Atenas, acabaría por deteriorarlas debido a la alta contaminación de la capital griega.

Más de 330 piezas de 40 museos forman la exposición "Alejandro Magno. Encuentro con Oriente" que durante los próximos cinco meses ofrecerá en la Sala de Arte del Canal de Isabel II de Madrid una visión de este mito histórico, mitad leyenda mitad realidad, que llevó la cultura griega a los lugares más recónditos de oriente.

Para celebrarlo expone piezas que hasta ahora permanecían ocultas en sus fondos. La Reina ha sido la invitada de honor. El museo ha recibido como regalo el anuncio de una nueva ley que le permitirá tener más autonomía. Más de dos millones de personas han visitado la pinacoteca en el año 2010.

El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia cumple diez años. En esta década se ha convertido en referente para otros museos de este tipo y ha recibido 25 millones de visitantes.

El derrumbe de la casa de los gladiadores de Pompeya ha tenido consecuencias políticas. Los expertos han dicho que falla la gestión del valioso patrimonio del país. Los museos han protestado por los recortes del gobierno de Berlusconi al presupuesto de Cultura cerrando sus puertas.

Fue durante 150 años la mayor mina de Europa y tenía un futuro negro, pero sus responsables y las autoridades decidieron convertirla en una gran atracción turística. Ahora es una mina de oro.

Es el museo de la democracia, porque nació en democracia y porque se marcó desde el primer momento el objetivo de abrir sus puertas al arte contemporáneo de las últimas décadas. El Museo Reina Sofía está de cumpleaños. 20 años en los que ha habido de todo, pero en los que, si miramos hacia atrás, casi nadie discute su relevancia internacional. Es el Museo del Gernika, un grito contra la guerra y también el símbolo de una España que dejaba atrás la dictadura. La vuelta del cuadro de Picasso sólo fue posible cuando la democracia estuvo consolidada. Pero el Reina Sofia es el Gernika y es mucho más.