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El descontento de la población con los partidos tradicionales parece que terminará con ocho años de gobiernos conservadores y dará el poder a Luis Guillermo Solís, un profesor de centroizquierda que promete combatir la corrupción y sanear las finanzas públicas. El rival de Solís renunció hace días a hacer campaña.

Washington, la OTAN y la Unión Europea han valorado de forma positiva cómo han transcurrido las elecciones afganas. A pesar de la amenaza talibán, los comicios han tenido una participación sin precedentes en el país. El proceso electoral se prolongará previsiblemente hasta el verano. 

12 millones de afganos votan al que será su próximo presidente en medio de fuertes medidas de seguridad. 350.000 soldados y policías afganos controlan escrupulosamente el acceso a las ciudades y a los colegios electorales para garantizar el derecho al voto. 

Las fuerzas de seguridad afganas redoblan sus controles para evitar atentados antes de las elecciones presidenciales, que se celebran este sábado. El más reciente ha ocurrido, esta misma mañana contra dos mujeres periodistas que residían en el país.

Los principales candidatos son Ashraf Ghani y Abdulá Abdulá. Como telón de fondo, la retirada de la misión de la OTAN, que tras 13 años de guerra no ha podido derrotar a los talibanes.

El pleno del Parlamento de Navarra ha pedido la dimisión de la presidenta, Yolanda Barcina, y la convocatoria de elecciones anticipadas. UPN y PP votan en contra y Barcina reitera que no adelantará las elecciones.