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Así son las últimas horas en Gaza: una pelea contra el viento que amenaza con llevarse tiendas de campaña por delante, contra el frío que enferma a los que malviven dentro. En la Franja no es que llueva sobre mojado, es que lo hace sobre la miseria.

El temporal ha puesto en peligro a casi 800.000 personas, según la Agencia de Naciones Unidas para los migrantes. El material que distribuyen no basta e Israel, denuncian, restringe la entrada de bombas de agua o de sacos de arena, imprescindibles para mitigar los efectos de las inundaciones.

Varios edificios se han venido abajo, decenas de miles de familias se han visto afectadas y ya se contabilizan una docena de muertos. Entre ellos, hay al menos tres niños.

Foto: Omar AL-QATTAA / AFP.

El calendario señala que ya han pasado dos meses desde la firma del alto el fuego en la Franja de Gaza. En estas semanas, Israel ha asesinado a 377 personas y ha herido a 987, según datos del Ministerio de Sanidad de Gaza. Casi todos los días, Israel ha lanzado ataques sobre el territorio vecino.

Amnistía Internacional considera que el pacto de paz "es un espejismo". Según su director en España, Esteban Beltrán, en el conflicto se "siguen cumpliendo las tres condiciones de un genocidio". Como enumera, estas son: "La matanza de la población, la lesión grave de su integridad y el sometimiento a condiciones que acarrean la destrucción física".

Además, el experto señala, en una entrevista en La tarde en 24h, que Israel "sigue limitando el acceso de suministros médicos y para reparar infraestructuras" como el servicio de agua. Esto provoca, argumenta, "una muerte lenta que nada tiene que ver con los bombardeos".

Fotografía de: Bashar Taleb / AFP.

El presidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en España, Alfonso Bauluz, trazó un diagnóstico alarmante sobre el estado del periodismo en el mundo, en un año marcado por el aumento de asesinatos, detenciones y ataques contra reporteros.

Bauluz recordó que en 2025 han sido asesinados al menos 67 periodistas, y que “casi la mitad en Gaza”, donde desde 2023 ya han muerto más de 200 profesionales. Señaló directamente al ejército israelí: “El asesinato de periodistas es un exterminio. Nunca habíamos visto algo semejante.”

El presidente de RSF denunció la creciente hostilidad hacia la prensa desde gobiernos de todo tipo. Aseguró que “encarcelar, perseguir, intimidar, hacer desaparecer, secuestrar y asesinar” se ha convertido en una estrategia política habitual, y citó como ejemplo la influencia de discursos populistas como el de Donald Trump, quien, dice, ha popularizado la idea del periodista como “enemigo del pueblo”.

Sobre el bloqueo informativo en Gaza, Bauluz advirtió de que “el desprecio por el Estado de Derecho del gobierno de Netanyahu es absoluto”, y lo calificó como una “deriva totalitaria y antidemocrática”.

En el caso de Ucrania, alertó de que los drones se han convertido en una gran amenaza: “Están atacando a todo lo que se mueve, y los periodistas son un objetivo más.” Recordó además que Rusia mantiene encarcelados a 26 periodistas ucranianos y a 48 profesionales rusos.

El informe de RSF también detecta un aumento de agresiones en protestas de países como Francia, Serbia, Ecuador o España. Bauluz atribuye parte de esta violencia a los discursos de odio: “Los discursos populistas hacen que algunas personas decidan tomarse la justicia por su mano y arremetan contra los periodistas.”

Preguntado por las soluciones, fue contundente: “Solo hay un método para acabar con esto: terminar con la impunidad.” Recordó que RSF ha presentado demandas por crímenes de guerra en Gaza y lamentó que incluso líderes europeos “visiten a una persona reclamada por el Tribunal Penal Internacional”.

Bauluz concluyó subrayando el deterioro global de las libertades informativas, en un contexto donde se imponen la fuerza y la manipulación digital: “La manipulación del algoritmo y el uso de las redes como herramienta de polarización y fijación de enemigos es, probablemente, el factor más preocupante.”

En Gaza, a pesar del alto el fuego, continúan los bombardeos del ejército de Israel. El miércoles por la noche un ataque israelí mató a cinco palestinos, dos de ellos niños refugiados en tiendas de campaña. Por otro lado, Israel ha confirmado la identidad del penúltimo rehén entregado. Solo quedaría por entregar el cuerpo de un sargento de la policía.

Casi dos meses después de que comenzara la tregua, el goteo de víctimas en Gaza por ataques israelíes no se ha detenido desde el 10 de octubre. Han muerto al menos 360 personas en la franja, más de 70.000 desde el inicio de la guerra. Los ataques llegan mientras el debilitado sistema sanitario lucha por atender a los pacientes que inundan cada día los pocos centros médicos que continúan funcionando. Solo 36 de los hospitales de Gaza están parcialmente operativos.

Según Naciones Unidas, Israel ha confirmado la identidad del último rehén entregado de origen tailandés. Netanyahu ha asegurado que su país no escatimará esfuerzos para devolver a su familia el cuerpo del último rehén que sigue en Gaza. Trump resta importancia a las violaciones del frágil acuerdo mientras asegura que la segunda fase del acuerdo llegará pronto.

Imagen: AP / ABDEL KAREEM HANA

En Gaza, cuando aún no se han cumplido dos meses de la firma del alto el fuego entre Israel y Hamás, se calcula que más de 16.000 palestinos necesitan ayuda médica urgente fuera de la Franja. Entre los motivos: la malnutrición sufrida durante meses, y las heridas y lesiones provocadas por los bombardeos israelíes. Otros 8.000 gazatíes sí han podido dejar el enclave para tratarse en el extranjero de los efectos de los ataques. Es el caso de Mohammed, un niño que se recupera en un hospital de Jordania de las heridas que le provocó un misil israelí al salir de su casa en Jan Yunis. Un reportaje de Laura Alonso.

Amnistía Internacional denuncia que Israel mantiene el genocidio en Gaza más de un mes después que se anunciara el alto el fuego, con 327 palestinos muertos, entre ellos 136 menores. Esta guerra ha escrito un punto y aparte en nuestra historia, como analiza el ensayista Pankaj Mishra en su libro "El mundo después de Gaza".

Refaat es médico palestino con pasaporte boliviano. Lleva tres días en Madrid. Le ha costado dos años salir de Gaza con su familia. La movilización de amigos en España, las embajadas de Bolivia y México y el Ministerio español de Exteriores lo han conseguido. Su objetivo es poder quedarse.

Trabajaba como anestesista en dos hospitales de Gaza que fueron bombardeados. Los vídeos que colgaba sobre su vida en Gaza nos permitieron conocerle.

El último de sus 6 hijos no ha cumplido un mes. Nació en Jordania, al salir de Gaza. Por encima de la falta de lo más básico, Reefat no olvida el sufrimiento visto en los hospitales. Y añade que nada ha cambiado con la tregua.

Foto: TVE