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  • Lleva tres décadas recorriendo países en conflicto con su cámara fotográfica
  • Sus fotografías muestran rostros de víctimas, sus nombres y apellidos, su dolor
  • Gervasio enseña la vida de los que conviven con las secuelas de la guerra

El periodista independiente denuncia la implicación de los estados en las guerras

  • La 2 de TVE presenta un documental sobre la vida y la obra del fotoreportero

Una ola de protestas sociales sin precedentes, que incluyó el ataque e incendio de la sede de la presidencia, ha sacudido Bosnia-Herzegovina, país balcánico que pasa por una profunda crisis institucional y económica. Decenas de personas resultaron heridas y un número no determinado han sido detenidas tras una violenta jornada de manifestaciones en más de 30 ciudades, que tuvieron su llama inicial en el cierre de varias fábricas industriales en Tuzla, en el noreste del país.

La sede de la presidencia de Bosnia-Herzegovina ha sido atacada en Sarajevo a pedradas y luego incendiada por los manifestantes que protestan contra el cierre de varias fábricas industriales y contra la corrupción. Mientras, en la ciudad de Tuzla, otro grupo de manifestantes han atacado la sede del Gobierno cantonal.

La sede de la presidencia de Bosnia-Herzegovina ha sido atacada en Sarajevo a pedradas y luego incendiada por los manifestantes que protestan contra el cierre de varias fábricas industriales y contra la corrupción. Mientras, en la ciudad de Tuzla, otro grupo de manifestantes han atacado la sede del Gobierno cantonal.

Testigos de la destrucción de la biblioteca de Sarajevo, Vijenica, vuelven 20 años después, a sus salas vacías. Recuerdan su esplendor y su destrucción, en la noche del 25 al 26 de agosto de 1992, como biblioteca nacional y universitaria. Aquí rememoran la guerra, sus pérdidas y la difícil postguerra, ganada por los nacionalismos y marcada por el paro y la corrupción.

La biblioteca de Sarajevo simboliza las heridas y cicatrices de la penúltima guerra yugoslava, la de Bosnia, y también la difícil reconstrucción tras un conflicto que tuvo mucho de guerra civil. El cañoneo con bombas de fósforo de Vijenica acabó con buena parte de su contenido, más de dos millones de volúmenes, pero sobre todo destruyó un símbolo de un Sarajevo tolerante, lugar de encuentro de la diversidad del oriente y el occidente, de la tradición musulmana y cristiana, del mundo eslavo y germánico.

Las cicatrices son visibles en los muros de Vijenica, literalmente traducido como el 'consejo'. Tras la normalidad de una vida civil recuperada, también la mirada de los sarajaveses está envuelta en un halo de tristeza, de dolor por las heridas aún no curadas. Sarajevo aún es una ciudad doliente.

Histórico de emisiones:

24/06/2012