Maribel Verdú se planta un bigote y sorprende de Freddie Mercury en "That's My Jam": ¡Así han sido las actuaciones!
- Rozalén, Maribel Verdú luchan por el radiocasete dorado contra Coti y Elena Furiase
- No te pierdas todo el contenido de That’s My Jam: que el ritmo no pare en RTVE Play
En That's My Jam el ritmo no para y El Karaoke Imposible saca a relucir lo mejor (y lo más insólito) del talento patrio. Los cuatro valientes - Elena Furiase, Coti, Rozalén y Maribel Verdú - se suben al escenario dispuestos a jugársela con lo que les toque. Porque aquí no se elige nada: manda la ruleta de la suerte, y lo que sale... se canta. O se intenta.
Elena Furiase pide perdón antes de liarla con Los Amaya
Nada más pisar el escenario, Elena Furiase lo deja claro: “Pido perdón a mis familiares, a los que están y a los que no”. Y no es para menos. Le toca la temida prueba Polos Opuestos, esa en la que hay que cantar una canción con el estilo opuesto al original. La ruleta decide: “Porque te vas” de Jeanette, pero como si fuera “Vete” de Los Amaya. Lo que empieza como un susurro nostálgico, acaba en plena rumba con palmas y alma de tablao.
Rozalén transforma un bolero en puro rock
A Rozalén no hay nada que se le resista y sus compañeros se lo echan en cara, pero lo suyo también tiene tela. Le toca la prueba A mi manera, que consiste en destrozar (con cariño) una canción cambiándole el género. La ruleta gira, se detiene y… ¡zas! “Piensa en mí” de Luz Casal, versión rockera. Rozalén se lanza con guitarras, fuerza y actitud de estrella del rock. El drama amoroso nunca sonó tan eléctrico.
Coti se marca un “Cambalache” de cabaret salvaje
Coti repite con la prueba A mi manera, pero con otro clásico bajo el brazo: “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo. ¿El nuevo estilo? Rock swing. Así, sin anestesia. El tango se convierte en número de cabaret endiablado y elegante, con un ritmo que ni el mismísimo Discépolo podría haber previsto.
Maribel Verdú saca bigote y aspiradora con Arturo Valls de corista
La prueba Aquí Temazo obliga a convertirse por completo en otra estrella. Y Maribel Verdú no se corta ni un pelo (salvo para pegarse un bigote postizo). La ruleta decide “I Want to Break Free” de Queen y ella se entrega al playback más icónico de la historia, aspiradora incluida. A su lado, Arturo Valls aparece como corista improvisado, creando un dúo digno del karaoke más glorioso. Freddie Mercury estaría orgulloso. O desconcertado. O ambas.
