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Segóbriga: el esplendor de una ciudad gracias a su codiciado cristal en Roma

  • El colaborador de 'El Condensador de Fluzo', Miguel Iríbar, descubre el yacimiento de Segóbriga
  • Gracias al desarrollo de la actividad minera, la ciudad romana llegó a su apogeo durante los siglos I y II d.C.

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El Condensador de Fluzo - La ciudad romana de Segóbriga

Segóbriga es una de las ciudades romanas mejor conservadas de la Meseta de la Península Ibérica. Situada en el municipio de Saelices, cerca de Cuenca, su yacimiento arqueológico muestra cómo fue su desarrollo urbanístico y social. El colaborador del ‘El Condensador de Fluzo’, Miguel Iríbar, visita la ciudad que fue conquistada por los romanos a principios de siglo II a.C. tras las guerras celtíberas.

Rosario Cebrián Fernández, directora de excavaciones del Parque Arqueológico de Segóbriga, explica en el programa cuál fue la actividad económica clave para que la ciudad se convirtiera en el año 15 d.C. en municipio y se integrara totalmente en el Imperio romano.

Fue Augusto, el primer emperador romano que reinó más de cuatro décadas, el que impulsó el comercio de minerales. Segóbriga fue un importante centro minero que se dedicaba a explotar las minas de lapis specularis, un tipo de yeso cristalizado muy codiciado en la Antigua Roma que se utilizaba para fabricar ventanas translúcidas. Este mineral ayudó a aumentar la calidad de vida de la población, ya que es un perfecto aislante. Además, su uso en invernaderos facilitaba la producción de alimentos que estaban fuera de temporada. Gracias a los beneficios obtenidos por la minería la ciudad creció potencialmente.

Mineros de Segóbriga

Mineros de Segóbriga

Debido a su desarrollo, Segóbriga se convirtió en municipio y se instauró una organización administrativa mucho más rica. Del mismo modo, se construyeron edificios públicos monumentales destinados al entretenimiento, ya que la población aumentó.

Actualmente, en el parque arqueológico se puede apreciar cómo era el Foro de la ciudad, donde se producían todas las actividades comerciales, políticas y religiosas. Su crecimiento hizo que surgieran oficios de magistrados, jueces y sacerdotes. Este centro cívico constituía el espacio más representativo de la ciudad.

Yacimiento de Segóbriga

Yacimiento de Segóbriga

El momento álgido 

Entre los siglos I y II después de Cristo, la ciudad alcanzó su apogeo y la construcción del anfiteatro fue su máximo exponente. Un edificio con una capacidad de hasta 5.500 espectadores que disfrutaban de luchas con fieras, competencias deportivas, batallas navales y combates de gladiadores. Hacia el año 78 d.C. se produjo la inauguración de otro monumento sobresaliente de la ciudad: el Teatro de Segóbriga.

Anfiteatro de Segóbriga

Anfiteatro de Segóbriga

El ocaso de un gran esplendor

La decadencia económica y demográfica se dio en la crisis del Imperio Romano, a partir del siglo III d.C. también impactó en Segóbriga. Tras la conquista árabe, la población se desplazó al actual pueblo de Saelices y el lugar pasó a denominarse Cabeza del Griego, quedando así una pequeña zona rural. 

Si quieres descubrir más curiosidades sobre Segóbriga, puedes ver el ‘El Condensador de Fluzo’, programa presentado por Raquel Martos, disponible en RTVE Play