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Discriminados y presionados: hablan los deportistas olímpicos del colectivo LGTBI

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Los deportistas olímpicos hablan en 'Ya no quiero esconderme'
Gema Hassen-Bey en 'Ya no quiero esconderme'

Hace 20 años, en 2003, Kike Sarasola salió del armario en la portada de una revista. Fue el primer deportista olímpico español en decir públicamente que era gay. Desde entonces, más y más deportistas de nuestro país han hablado de su orientación sexual, una tendencia también visible a nivel mundial: en los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020 participaron más deportistas abiertamente del colectivo LGTBI que en todos los Juegos Olímpicos previos juntos.

Sin embargo, dar el paso no es fácil y, aun así, cuando lo hacen, pueden recibir comentarios negativos en redes sociales o incluso recomendaciones por parte de personas dentro del mundo del deporte aconsejándoles discreción, mantener un perfil bajo. Gema Hassen-Bey y Marc Tur cuentan sus experiencias en Ya no quiero esconderme, el videopodcast presentado por Paloma del Río con el que RTVE aborda por primera vez, desde una perspectiva general, los problemas de la diversidad en el deporte.

Les aconsejaron discreción tras salir del armario

Declarar públicamente su homosexualidad fue, en el caso de Kike Sarasola, una decisión meditada. "Al hijo de una amiga mía le habían hecho bullying en el colegio por ser amanerado. Nunca me he escondido, tampoco he ido en una pancarta, pero me dio mucho coraje", explica en Ya no quiero esconderme. Se lo consultó a sus padres y a su pareja y decidió decir en una revista que es gay.

Para Gema Hassen-Bey, sin embargo, surgió "un poco sin querer". La esgrimista estaba preparando un proyecto de ascensos de montañas en silla de ruedas y, como buscaba financiación, su propio equipo le aconsejó no hablar sobre su orientación sexual. "No sabemos quién va a estar al otro lado de las negociaciones, cómo va a influir", le dijeron. Pese a aquello, Hassen-Bey sí habló con una periodista, pensando que nadie se fijaría al formar parte de una lista de 50 personas. Al final salió en portada. "Yo me sentí muy liberada", cuenta ahora en el videopodcast.

Gema Hassen-Bey en el Orgullo de 2016

Javier Raya, Gema Hassen-Bey y Víctor Gutiérrez en el Orgullo de Madrid de 2016 EFE / JAVIER LIZÓN

Más tarde le llamó una persona relacionada con el mundo del deporte: "Oye, ha pasado esto. Ya lo has hecho, ya está, ¿eh?". Le aconsejó guardar discreción, una recomendación hecha "con todo el cariño del mundo" que Gema Hassen-Bey desoyó: al poco tiempo participó en el pregón del Orgullo junto al waterpolista Víctor Gutiérrez y el patinador Javier Raya. El atleta Marc Tur también reconoce haber recibido un consejo similar: "Una persona importante dentro del deporte me recomendó que no se me fuera la cabeza, es decir, que me apoyaba, pero que no se me fuera la cabeza. ¿Por qué se me va a ir la cabeza con esto?".

Marc Tur en 'Ya no quiero esconderme'

Marc Tur en 'Ya no quiero esconderme'

Hassen-Bey: "Se me arrinconó para que lo dijera"

Al mismo tiempo, también existe presión para que los deportistas del colectivo LGTBI hagan pública su orientación sexual y que se conviertan en referentes. "A mí también me preguntaban '¿pero realmente es necesario salir y decirlo abiertamente?'. Eso es muy personal", cuenta Marc Tur. El atleta rechaza que obliguen a nadie a hacer pública su orientación, pero admite que después de compartirlo se sienten más libres. "Tienes esa presión, sí, pero en el deporte creo que estamos super acostumbrados a la presión", asegura.

Pero esa presión puede llegar a resultar muy dura. Gema Hassen-Bey confiesa que "fue muy difícil" y que, en sus últimos años de carrera, especialmente en la preparación para los Juegos Olímpicos de Beijing, pasó "unas situaciones muy complicadas". "Prácticamente se me arrinconó para que yo dijera si era o no era, dentro del equipo, el entrenador… Fue una situación dura", explica.

Según la esgrimista, en su disciplina está muy marcada la competitividad, esa necesidad de ganar a la rival. "Yo hice todo lo contrario. Era mi rival, pero nunca la vi como rival. La vi como una compañera de vida", cuenta. Se enamoraron. En las pistas eran adversarias, pero fuera de ellas vivían una historia de amor. Cuando la presionaron para hablar sobre su orientación sexual, Hassen-Bey se limitó a decir que no iba allí a hablar de su vida personal, sino a hacer deporte: "Así no quería compartirlo". Años más tarde, en 2016, salió del armario. "Creo que no hay ningún problema, que tenemos que decirlo abiertamente y mostrarnos abiertamente. Yo no escondo mi silla de ruedas cuando voy a competir, ¿por qué tengo que esconder esto?", asegura en Ya no quiero esconderme. Los tres capítulos que conforman la serie ya están disponibles en RTVE Play.