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Personajes

Joseph Pilates, el alemán que inventó el pilates en la Primera Guerra Mundial

Noticia Saber y Ganar 
  • Creó un método de entrenamiento físico-mental al que bautizó como ‘Contrología’
  • En la década de 1920 abrió el primer centro de pilates junto a su mujer en Estados Unidos
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Ada Parellada i Cesc Escolà a sobre la màrfega amb les cames i els braços alçats
Ada Parellada i Cesc Escolà en un moment de la rutina de Pilates

'Saber y ganar' potencia el trabajo mental con sus pruebas pero es consciente de la importancia también del ejercicio físico. En la prueba ‘Descartando de hoy’ ha sacado a colación el pilates, una práctica que combina estiramientos físicos y trabajo mental que a día de hoy se practica de forma masiva. Su inventor fue Joseph Pilates, un alemán que empezó a aplicar este entrenamiento en la Primera Guerra Mundial y que en la década de 1920 abrió el primer centro especializado. ¡Conoce su historia!

Joseph Pilatu, el atleta que sufrió raquitismo de niño

Nacido cerca de Düsseldorf el 9 de diciembre de 1883, Joseph Pilatu, su apellido real, era de origen griego. Se convirtió en un destacado atleta alemán a pesar de haber sufrido una infancia llena de percances de salud. Padeció raquitismo, asma, fiebre reumática y anquilosis articular, y toda la debilidad muscular que padeció le llevó a interesarse por todo tipo de métodos para cuidar y fortalecer su cuerpo. Se inspiró en los griegos, en la medicina oriental y en el movimiento de los animales para elaborar su propia metodología y así lograr buenos resultados en la práctica del boxeo, el submarinismo, la natación y el esquí, entre otros.

Del circo a entrenador en campos de concentración

A los 29 años se trasladó a Inglaterra y comenzó a trabajar en el circo haciendo espectáculos de culturismo. De hecho, se dice que también llegó a entrenar a miembros de la Scotland Yard. Pero la Primera Guerra Mundial estalló y, por ser alemán, fue destinado a un campo de concentración. Allí compartió sus ejercicios con los internos y los adiestró para la lucha y la defensa personal. Siguió con ese objetivo una vez fue trasladado a Isla de Man, otro campo de concentración, donde trabajó como camillero. Cabe decir que su metodología aplicada a heridos que no podían moverse de sus camillas hizo, no solo que siguieran manteniendo su musculatura, sino que no se contagiasen de la pandemia de gripe que mató a 200.000 ingleses en 1918.

Al final del conflicto bélico, volvió a Alemania y trabajó entrenando a la policía alemana en el campo de la autodefensa, así como con clientes privados dedicados al mundo del espectáculo que solicitaban de sus servicios. También dedicó sus esfuerzos a la rehabilitación de los veteranos de guerra, instalando poleas en las camas que serían en germen de la maquinaria que a día de hoy se usa en pilates.

Traslado a Estados Unidos: nace el pilates de forma oficial

En 1926 se exilió a Estados Unidos y en el trayecto en barco conoció a su esposa, Clara, a quien trató por una artritis que sufría. Al llegar a Nueva York se casaron y abrieron su primer estudio de pilates con los aparatos que Joseph ya había inventado y otros nuevos que creó. Su popularidad entre bailarines y coreógrafos fue en aumento ya que su método les ayudaba en las lesiones y recuperaciones de sesiones de baile. Y así, Joseph Pilates escribió un libro hablando sobre su entrenamiento revolucionario en el que se combinaban ejercicios físicos con salud e higiene, así como trabajo mental. Joseph Pilates murió en 1967 y su esposa se hizo cargo del estudio hasta su fallecimiento en 1977.