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De ruta en busca de la primavera

  • Recorremos la península de floración en floración: de los melocotoneros de Cieza a los ciruelos de Nalda
  • Todos estos rincones ofrecen patrimonio, naturaleza y una cultura ligada a su modo de vida: la fruta
  • La mayor parte de estas localidades organizan una programación especial ligada a este fenómeno

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Cerezos en flor del valle del Jerte.
Cerezos en flor del valle del Jerte.

La primavera se acerca. En el calendario está marcada para el 20 de marzo, aunque de manera oficiosa lleva tiempo anunciándose. En muchos sitios, sobre todo donde crecen árboles frutales, estas semanas se está viviendo una auténtica fiesta, una explosión de colores, olores y sonidos que anuncia un nuevo ciclo.

Nos acercamos a algunos rincones con floraciones espectaculares y aunque podríamos haber elegido los cerezos de Japón, los campos de tulipanes de los Países Bajos o al valle de las Rosas en Bulgaria, en El gallo que no cesa nos hemos quedado más cerca, en Murcia, en Badajoz, en Lleida, en Burgos y en La Rioja.

El gallo que no cesa - Tierra sin límites: De ruta por las floraciones de frutales - Escuchar ahora

Cieza se viste de rosa

Comenzamos nuestro recorrido en Cieza, una localidad de la comarca de la Vega Alta del Segura, en Murcia, que estos días se ha vestido de rosa con las flores de miles y miles de melocotoneros, el cultivo que predomina en el municipio. Cristóbal Herrera, de la oficina de turismo de Cieza, explica: “hay otras variedades de frutales como el albaricoque o la ciruela pero sin duda lo que destaca es el melocotón (…) con más de 12.000 hectáreas de esta fruta”.

Para ver el entorno de Cieza en su momento álgido basta con acercarse a alguno de sus miradores o pasear por los campos siguiendo alguna ruta como la de la Brujilla. Además, hasta el 20 de marzo, organizan una programación especial que incluye caminatas, propuestas gastronómicas, paseos en bici, espectáculos....

Todas estas actividades se agrupan en torno a cinco temáticas diferentes: naturaleza, patrimonio, deportes, artes escénicas o gastronomía. “Se dividen de manera conceptual en cinco pétalos, igual que la flor del melocotonero y en torno a estos pétalos se elaboran las actividades”.

Flor de melocotón en Cieza, en la Región de Murcia.

Flor de melocotón en Cieza, en la Región de Murcia. GETTY IMAGES

La propuesta primaveral se puede completar con una visita a Cieza y a su entorno, cargado de patrimonio. Podemos ver pinturas rupestres, el yacimiento de Medina Siyasa o acercarnos a lugares como el cañón de Almadenes, uno de los parajes más bonitos que ha creado el río Segura.

Aitona y el ciclo del árbol frutal

De Murcia ponemos rumbo a Aitona, un municipio de la comarca del Baix Segre, en la provincia de Lleida. Esta localidad, que tiene unos 2500 habitantes, vive sobre todo de la agricultura y en especial de los frutales. “Tenemos unas 4.000 hectáreas de árboles frutales y pretendemos potenciar el ciclo del árbol frutal durante todo el año”, explica la alcaldesa, Rosa Pujol Esteve.

Cuando los árboles florecen, los vecinos lo celebran con la iniciativa Fruiturisme. Hasta el 20 de marzo, hay rutas guiadas por los campos, conciertos, paseos en globo o en bici y un concurso de pintura rápida inspirado en la floración. Un montón de actividades que potencian la belleza natural de estas fechas. “Es un proyecto que empezó hace 10 años, con la idea de diversificar la economía del municipio”.

Además en Aitona se pueden visitar iglesias románicas, yacimientos o los lugares que fotografió Robert Capa en 1938, durante la guerra civil.

Cuando llega la primavera, los árboles frutales, melocotoneros, ciruelos y almendros se llenan de flores en Aitona, en Lleida.

Cuando llega la primavera, los árboles frutales, melocotoneros, ciruelos y almendros se llenan de flores en Aitona, en Lleida. GETTY IMAGES

Extremadura, parada obligatoria en la floración

En una ruta de las flores, no puede faltar Extremadura. La fama se la lleva el valle del Jerte y sus cerezos en flor, pero nosotros nos dirigimos a la provincia de Badajoz, para visitar una localidad que se creó a mediados del siglo XX: Valdelacalzada.

Este pueblo de colonización de unos 2700 habitantes situado de las vegas bajas del Guadiana estuvo destinado desde un primer momento a la agricultura de regadío. Juani González Espejo, la directora de su Universidad Popular, nos cuenta que “se hizo aquí con esa intención y se repartió entre diversos colonos que fueron los primeros que llegaron”.

Se cultivan sobre todo ciruelas, nectarinas y melocotones y en menos cantidad paraguayos, kiwis y caquis. La floración de estos árboles atrae a muchos visitantes que además se encuentran con el festival de Valdelacalzada en flor y con miradores desde los que contemplar el paisaje. “El espectáculo es maravilloso porque ves desde arriba la gama de blancos y rosas”. Además podemos conocer más sobre la economía del municipio y del ciclo natural de los árboles frutales con una visita a la Casa de la Floración, que se ha abierto hace poco.

Vista de los cerezos en flor en el Valle del Jerte.

Vista de los cerezos en flor en el Valle del Jerte. PAULA MAYORAL

Burgos y sus cerezos

Nuestra siguiente parada está en el norte de Burgos, en el valle de las Caderechas. Viajamos hasta allí para ver la floración de sus cerezos y manzanos que crecen gracias a las particularidades de un territorio con “un microclima muy especial, protegido del viento y las inclemencias del tiempo” como nos cuenta Juan José Gandía, presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes del Valle de las Caderechas.

Estos frutales se llevan cultivando siglos y siglos y hoy hay una extensión bastante considerable: "Unas 100 hectáreas de manzano y 100 hectáreas de cerezo”.

Durante la floración, el valle está precioso por sus contrastes y si a esto le sumamos que podemos hacer una ruta por sus pequeños pueblos de piedra, el valle de las Caderechas se convierte en un destino maravilloso para visitar dentro de unas semanas.

Cerezos en flor, en el valle de las Caderechas, en Burgos.

Cerezos en flor, en el valle de las Caderechas, en Burgos. GETTY IMAGES

Los ciruelos en flor de Nalda

Nuestra ruta termina en La Rioja, en Nalda. ”un pueblo de 1000 habitantes con origen anterior al medievo, con estructura medieval y unas ruinas del castillo muy importantes”, describe Raquel Ramírez, secretaria de PANAL, la Asociación de Protección y Promoción del Patrimonio de Nalda.

La zona del castillo es especialmente buena para ver todo el paisaje del medio Iregua que se transforma totalmente con la floración de sus ciruelos.

El 3 de abril, para celebrar este acontecimiento, organizan la fiesta del ciruelo en flor, “en recuerdo de que empieza un ciclo agrícola y desde ahí llega la esperanza del fruto”.

No es la única celebración, durante todo el año hay otros dos momentos festivos dedicados a la ciruela claudia y a su pasa.

Flores de cerezo en primavera.

Flores de cerezo en primavera. GETTY IMAGES