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Chavela Vargas, más de dos vidas y una eternidad

  • Tal día como hoy, hace nueve años, fallecía La Chamana del poncho rojo, Chavela Vargas
  • Rescatamos del Archivo Sonoro de RNE esta colección de audios que le rinden homenaje

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Chavela Vargas en concierto en el Teatro de la Ciudad de la capital mexicana con el que se despidió de los escenarios - Escuchar ahora
Chavela Vargas en concierto en el Teatro de la Ciudad de la capital mexicana con el que se despidió de los escenarios

"Yo no me voy a morir porque soy una chamana, y nosotros no nos morimos, nosotros trascendemos". Estas fueron las últimas palabras públicas que Chavela Vargas nos dedicó en su cuenta de Twitter horas antes de fallecer. Hoy se cumplen nueve años de aquel día de 2012, de aquel día en el que Chavela se convirtió en leyenda, en la reina de la canción mexicana, en La Chamana del jorongo rojo.

Una voz macerada por el tequila y el humo de los puros que se apagaba definitivamente a los 93 años. Inolvidable, inconfundible, inigualable. Y trascendió. Como una aténtica chamana, como ella quiso.

Así suena su vida en el Archivo Sonoro de RNE.

Canta Chavela, canta

Nació en San Joaquín de Flores, Costa Rica, y con apenas 14 años Chavela huyó a Cuba, aunque pronto llegaría a México, el lugar donde la joven Chavela encontraría libertad y ese lugar mágico que hacía tiempo andaba buscando. Allí emprendería una larga lucha por abrirse camino en un mundo artístico dominado por los hombres.

Camaleónica, hecha de otra pasta. Así era Chavela, la mujer de la voz rota ante la que todos se rendían, aunque ella se rindiera en la noche ante el tequila como si nunca fuera a salir el sol.

'Mujeres': Chavela Vargas, la chama

María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, era el nombre de pila de la artista, hasta que entrada la década de los cuarenta, cuando empezó a tocar, decidió condensarlo en Chavela. Sin embargo, su debut oficial no llegaría hasta los años 50 en Acapulco. Y desde entonces, hasta ahora. Aunque hubo un parón en su carrera a principios de los 70 y fue tan duradero que pareció habérsela tragado la tierra. Incluso, muchos llegaron a darla por muerta. Y todo por culpa del alcohol.

"Porque México, mágico. Desde que oí la palabra "México" me prendé". Eso significaba México para Chavela. El lugar al que marchó por primera vez buscando la canción y al que regresó después del parón de su carrera. El país que la vería conquistar éxito tras éxito sin detenerse nunca más.

Chavela Vargas, la dama de la canción latinoamericana, La Chamana curandera, la que ama a las mujeres y nos derrite con canciones, la que bebe tequila y vivió más de dos vidas. Hoy recuperamos una de las últimas entrevistas de Chavela concedidas a Radio Nacional de España. Con 93 años en Carne cruda.

Vivió, amó y cantó como quiso

Son innumerables las veces en que la humanidad ha recurrido a Chavela, a su música, a su voz para sanarse, para salvarse del naufragio. Y es que, igual que se llega a Chavela por algún motivo, ella también reconoció que cantaba por algo algo: "Por no llorar, por eso canto. Porque se dijo un día en México que, al cantar, el ser humano engrandece la ciudad, engrandece el país porque canta. Canta y no espanta".

Años antes, en junio de 2003, Chavela Vargas charlaba en Océano expreso con Ángel Carmona en la Residencia de Estudiantes de Madrid con motivo de su visita para ofrecer varios conciertos en España.

"Yo amo España y a los argentinos los quiero mucho también. Son gente muy cariñosa y muy linda. Mi México, España y Argentina".

Son palabras textuales que Chavela Vargas nos profesaba entonces. Una entrevista en la que, además, reflexionaba sobre el amor y la muerte, a los que ha cantado tantas veces. "El amor y la muerte van de la mano. Eros y Thanatos. Cuando naces, ¿de quién naces? De una mujer que te ama. Y naces amando a una mujer que es tu madre. [...] El nacimiento del hombre es maravilloso. Lo que hay que saber es vivir, no el nacer. Interpreta el vivir. Hay que crecer, pero con amor a las cosas. Y sobre todo lo que en ti vale más que nada y en el mundo por lo que yo peleo es la paz. Yo amo la paz, pero la paz digna".

Y como no, no podían faltar esas palabras dedicadas a sus admirados Frida Kahlo y Diego Rivera. "Nunca puedes saber de qué tamaño es el amor entre dos gentes. Ellos eran geniales. Dos gentes que se amaron, como le digo, nadie sabe el tamaño ni la dimensión de los dos".

Amaba a las mujeres y al alcohol. Podría presumir de haberse bebido todo el tequila del mundo junto a su gran amigo José Alfredo Jiménez. Chavela Vargas rompió con todos los estereotipos. Su música inspiró y sigue inspirando a multitud de artistas de todo el mundo. Una mujer única en su especie que reinventó la manera de amar, de cantar y de vivir en el México de la época.

Recuperamos este mongráfico a su vida que Café del sur le dedicaba con motivo del centenario de su nacimiento.

Chavela con "V", Chavela la indómita, la que vestía pantalones y jorongo, la que llevaba pistola al cinto, la de mil noches en vela, la que amaba la música y volvió a nacer una segunda vez por ella, la que con setenta y dos años fue encadenando éxitos sin parar. La inmortal, la trascendental, la que soñaba con la luna y las estrellas y ahora es una más en el firmamento. La Chamana, Chavela Vargas.