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007 en Días de cine Clásico

¿Por qué Sean Connery le dijo "nunca más" a James Bond?

NoticiaSomos Cine
  • La historia es complicada e involucra abogados, para Connery el agente 007 terminó siendo una carga
  • Disfruta de la película esta noche en el especial James Bond de Días de Cine Clásico de La 2
  • RTVE le dedicó un monográfico en 1984 en el programa De película, disponible en el Archivo

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James Bond, 'Nunca digas nunca jamás', en La 2
James Bond: 'Nunca digas nunca jamás', en La 2

Hay que tener mucho cuidado con lo que se promete. Mucho más si estás rechazando al agente secreto más famoso de todos los tiempos. El actor Sean Connery, el primero en meterse la piel del espía 007, declaró en 1971 que “nunca más” volvería a interpretar a James Bond. Las declaraciones se publicaban poco después del estreno de Diamantes para la eternidad, la cuarta entrega de la saga, y le costarían alguna que otra broma. Empezando por el título de la película con la que, efectivamente, volvió a interpretar años más tarde al agente británico: Nunca digas nunca jamás (1986).

Pero, ¿por qué rechazó Sean Connery continuar con el personaje de Ian Fleming? Y sobre todo, ¿por qué acabó comiéndose sus propias palabras trece años después? En 1983, Connery aparecía de nuevo en las pantallas para interpretar al señor Bond en una entrega titulada Never say never again, una ironía muy bien traida en referencia a la promesa no cumplida que lanzó años atrás.

Sean Connery y Fatima Blush en 'Nunca digas nunca jamás'

Sean Connery y Fatima Blush en 'Nunca digas nunca jamás'

Huir del encasillamiento

Desde el principio, el actor escocés comprendió la posibilidad profesional que supondría meterse en la piel del agente 007, pero según fue adquiriendo fama y, especialmente, a partir de la tercera entrega, que desató la ‘bondmanía’, Connery empezó a temer ser encasillado en aquel papel. Su agenda se iba apretando con otros papeles que le atraían más y decidió tensar las cuerdas con su cuarta entrega, Operación Trueno (Terence Young, 1965), donde se percibía cierto agotamiento de la fórmula. Tras la quinta, Solo se vive dos veces (Lewis Gilbert, 1967), decidió jugar otra baza, provocar su expulsión del rodaje exigiendo un aumento de sueldo del 25% hasta el millón de dólares. Funcionó. Los productores rechazaron la subida y la sexta entrega se rodó con otro actor.

'Solo se vive dos veces', 1967

'Solo se vive dos veces', 1967

El James Bond que no pudo reinar

Liberado del traje de espíaConnery demostró su talento más allá del agente 007 en películas como La colina de los hombres perdidos (1965) de Sidney Lumet, Marnie (1964) Alfred Hitchcock o Un loco maravilloso (1966), de Irvin Kershner. Mientras, el australiano George Lazenby hacía de James Bond a duras penas. Un sustituto temporal, porque Connery regresó con Diamantes para la eternidad en 1971, mientras seguía compaginándolo con papeles de renombre como El hombre que pudo reinar (John Huston, 1975). Aquel fue un paréntesis que muchos ni si quiera interpretaron como un parón de Connery. Fue, de hecho, tras rodar esta última entrega a principios de los 70 cuando parecía que abandonaba a Bond para siempre.

Entre medias, pasaron cerca de 13 años y una sucesión de elecciones mediocres, que no funcionaron artística ni comercialmente y que dejaron algo estancado a Connery y con una única opción por delante: regresar al traje de 007 y reconocer que se había equivocado poniendo fecha de caducidad al personaje.

Fatima Blush en la película

Fatima Blush en la película

Su regreso, sin embargo, no fue el esperado. Entrado en la cuarentena, luciendo un peluquín y a medio gas, aquel espía -a pesar de seguir muy por encima de la media- no era el mismo de siempre. Hubiera sido interesante si el director, Irvin Kershner, hubiera explorado esa vertiente de un Bond más humano. Todo ello, sumado a la poca gloria taquillera de Nunca digas nunca jamás, convirtió aquella cinta en un adiós definitivo. Un final que Connery supo aprovechar para volver a ponerse a tiro de grandes directores y que le llevaría a uno de sus papeles más destacados, el de Baskerville en la adaptación de El nombre de la Rosa.

Cartel de 'Never say never again', 1983

Cartel de 'Never say never again', 1983

Ciclo tributo al James Bond de Sean Connery

  • Dr. No (1962) – 1 de febrero
  • From Russia with Love ("Desde Rusia con amor") (1963) – 8 de febrero
  • Goldfinger (1964) – 15 de febrero
  • Never Say Never Again ("Nunca digas nunca jamás") (1983) – 22 de febrero