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Rocío Jurado, la moderna de la copla

  • La cantante llevó vestidos muy atrevidos para la España de los 60 y 70, y tuvo que lidiar con la censura
  • Escotes interminables, aberturas osadas, minifaldas... Rocío Jurado rompió moldes sobre el escenario
  • Leandro Cano presenta 'A tu vera', una colección inspirada estrellas como Rocío Jurado y Lola Flores

Por
Rocio Jurado
La cantante de Chipiona fue una mujer atrevida con su vestuario.

Se cumplen 14 años de la muerte de Rocío Jurado, 'La más grande'. Una mujer adelantada a su época, símbolo del empoderamiento de la mujer cuando todavía no existía este término. Ella impuso su libertad y lo hizo porque quiso. Lo hizo 'por derecho'.

Tú crees que soy feliz con casi nadaY estás equivocado por completo;Me tienes que atender como Dios mandaQue aún hay mucha mujer en este cuerpo.

No era una folclórica al uso. El moño, la flor en el pelo y el vestido de volantes estaban bien pero su armario estaba abierto a nuevas experiencias. Ella cantaba copla sí, pero era una intérprete moderna. Y así de claro lo dejaba en una de sus primeras entrevistas que TVE guarda en su archivo. “Cuando yo empecé a cantar sola me dije: ¿Por qué no canto vestida de calle, con elegancia pero con trajes corrientes? Y empecé a comprarme ropa en Balenciaga y en Chanel, y a peinarme en Durán y en las hermanas Carita. Me teñí el pelo de Caoba y me colocaba minifaldas y chales y plumas… Poco a poco fui imponiendo mi estilo”, decía orgullosa.

Rompió moldes. Escandalizó. Y sus apariciones en TVE eran temidas. Lo cuenta José María Iñigo en su libro 'Ahora hablo yo'. “En 1972 llegó a los estudios de Prado el Rey con una capa larga que le tapaba los tobillos y en un momento de la actuación se la quita y deja ver un escueto vestido de raso negro”. Y se armó la marimorena. El presentador dice que les cogió a todos por sorpresa y los teléfonos echaban humo. Aquello supuso una especie de destape que debió poner de los nervios al censor Francisco Ortiz que ordenó colocarle un chal a Rocío”.

Hay muchas anécdotas sobre el vestuario en la carrera de la cantante, casi todas relacionados con la osadía de sus diseños. Desde el principio fue una Paloma Brava y se inventó su propio estilo. Su gusto fue variando a medida que cambiaba el estilo de sus canciones, pasando de la copla a la canción melódica o la balada. E incluso el pop.

Rocío Jurado en sus inicios, en los años 60.

El estilo de Rocío Jurado en los años 60.

El paso de los años 60 a los años 70.

Su personalidad y su sensualidad hicieron historia. Su vestuario, también. Rocío no tuvo reparos a la hora de lucir vestidos con transparencias y escotes de vértigo, aberturas osadas y minifaldas que quitaban el hipo, siempre siguiendo los cánones de la moda. ¡Hasta el vestido de su boda se salió de lo habitual! Para el enlace con Pedro Carraco, en 1976, llevó un diseño en blanco liso de manga larga (un cuerpo minimalista) con una falda que terminaba con pétalos de flor 'avolantados'. Un diseño de Rafael Herrera y Enrique García-Caballero Ollero, dos de las agujas importantes de la costura española.

En los años 60 destacó por su belleza (fue Lady España en 1967 y dos años después quedó tercera en Miss Europa) y elegancia. En la década de los 70 tuvo fama de rompedora, llevando prendas que llamaban la atención y que más que tapar, desnudaban. Muy al estilo de Las Grecas, otras dos mujeres que revolucionaron el flamenco, con su estilo musical y sus looks.

Frente al espejo, retrato de estudio.

La coplera más sensual.

En plan Gilda, para Fotogramas, posando para Jose María Castelví.

En los 80, Rocío Jurado vivió una etapa más loca y sofisticada, con un marcado barroquismo que iba desde las cazadoras de cuero, a lo Michael Jackson, a los vestidos de gala, e hizo gala del exceso. Y arrasó. Y en los 90, abrazó la estética chandalera, como hizo Madonna, conjuntando su chándal con sombreros de cowboy y abrigos de visón.

En 1996 pegó un taconazo de estilo. Fue para la boda de su hija Rocío con Antonio David. Ella, nada discreta, se llevó todo el protagonismo con un dos piezas en tono frambuesa de Victorio&Lucchino. Rocío coqueteó en varias ocasiones con la moda, posando con las últimas tendencias y con prendas de firmas internacionales, e incluso diseñando su propia línea de bolsos: RJ.

Rocío Jurado en Azabache. 1992.

Vestido negroi con escote de volantes drapedos. Uno de sus más conocidos.

El diseñador Antonio Ardón con un retrato en el que aparece junto a la cantante.

Hay cuatro diseñadores que han marcado su carrera, o mejor dicho, la imagen de su carrera. Justo Salao trabajó con ella durante veinte años y le hizo las batas de cola más impresionantes. Destacan los siete vestidos que le confeccionó para el espectáculo Azabache.

Uno de ellos, el primero que se ponía para cantar “Suspiros de España”, se lo tuvo que hacer en 48 horas porque el que tenía previsto, de otra modista, no le gustaba. Antonio Ardón fue otro de sus creadores de cabecera. "Nunca se ha parecido a nadie, era muy especial. Quería ser única en su vestuario y en todo y así fue siempre", recuerda el gaditano Antonio Ardón que la conoció cuando tenía 20 años.

Ardón le hizo algunos de los diseños más sofisticados. Otro de los diseñadores clave de la Jurado fue el colombiano Carlos Arturo Zapata. A él le confió el vestido de su boda con Ortega Cano y el modisto le hizo cuatro diseños. Rocío tardó tanto en decidirse por uno que tuvo al torero una hora esperando en el altar.

En la boda con Pedro Carraco. 1976.

En el enlace con Ortega Cano. 1995.

El especial de TVE, con diseños de Hannibal Laguna.

El último que la vistió sobre el escenario fue Hannibal Laguna. Fue para el especial que la cantante grabó en diciembre de 2005 en TVE. Repasar la discografía de Rocio Jurado es revisar su armario. Y es que algunas de sus míticas actuaciones se recuerdan por la ropa que llevaba. Rocío interactuaba con los vestidos, hacía que formaran parte de la canción, del espectáculo.

Adoraba las capas (le daban mucho juego en sus actuaciones más teatralizadas), las mangas afaroladas, los volantes en cascada XXL, los colores intensos como el rojo, los tonos dorados y el contraste entre blanco y negro. Una de sus señas de identidad eran los sastres con chaqueta bicolor ( la solapa de un tono diferente al resto) y su melena leonina, con la que jugaba constantemente. “Ella es poderosa, magnánima, opulenta, extremada, barroca, volcánica”. Así la describía Terenci Moix en su libro "Suspiros de España" en un capítulo que titula 'La bestia magnífica'.

Vestido que estará en el museo de Chipiona.

Uno de los diseños más conocidos de Rocío Jurado.

Diseño dorado de escenario de Rocío Jurado.

Rocío, Lady España en 1967.

Rocío posando como una mujer fatal.

Rocío Jurado con Lola Flores, Antonio y Marujita Díaz.

Posando con diseños de la casa Godelia.

Los terribles 80.

Rocío en la década de los 70 y en los 80.

Rocío, la revolucionaria del espectáculo.

Sofisticada, una diva en blanco y negro.

Posando para la prensa con su mejor sonrisa.

Sensual y provocativa, Rocío Jurado siempre rompió moldes.

Rocío Jurado, en plenos años 80.

Posando para Interviú y para una revista del corazón

Rocío Jurado en 1996 con una de sus chaquetas bicolor.

El peinado leonino de la Jurado es otra de sus señas de identidad.

Otra de las chaquetas bicolor que tanto le gustaban a Rocío Jurado.

Jurado cuidaba mucho su imagen y llegó a diseñar una línea de bolsos.

En Nueva York, posando en el lincoln Center.

Rocío Jurado, todo energía sobre el escenario, con vestido negro.

El día que anunció que tenía cáncer. Septiembre de 2004.

Portada del disco Nueva Navidad.