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Cinco entrevistas para conocer al pianista de jazz Tete Montoliu

  • Recuperamos del archivo cinco conversaciones inéditas, una de estas en catalán, en RTVE Play Radio
  • El músico catalán hablo de su relación con sus padres y del repertorio que interpretaba

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Tete Montoliu, pianista de jazz
Tete Montoliu, pianista de jazz

“No creo que tenga ninguna importancia ser o no ser vidente. No he tenido ninguna clase de complejo, ningún problema con esto”, dijo Tete Montoliu en una entrevista en Radio Nacional. El pianista nació el 28 de marzo de 1933 en Barcelona y con tan solo cuatro años consiguió un gran dominio del piano. Fue el primer músico de jazz español en tener una gran relevancia internacional.

Este 2022 se cumplen 25 años de su muerte, falleció el 24 de agosto de 1997. El Barcelona Jazz Festival ha organizado un homenaje titulado Per sempre Tete en el Conservatori de Liceu este 1 de diciembre. Contará con la participación de cinco pianistas: Albert BoverIgnasi TerrazaAlejandro EsperanzaXavi Torres Lucía Fumero, esta última es la hija de Horacio Fumero, el contrabajista de Tete.

En Radio Nacional de España te proponemos recordarlo a través de cinco entrevistas inéditas en nuestra web, una de ellas en catalán.

¿Por qué la música? ¿Y el jazz?

El padre de Tete Montoliu era músico: “Tocaba el oboe y el corno inglés en la Banda Municipal de Barcelona, también en el Teatre del Liceu y creo recordar que tocaba con la Orquesta Clásica de Pau Casals. Además, Casals, antes de emigrar, tenía la intención de ser mi maestro de música, porque yo no sé porqué razón en mi casa desde que nací ya dijeron que tenía que ser músico sin preguntármelo a mí”, le explicó a Máximo Fernández en el programa Diálogos con… el 12 de abril de 1980.

Definió a su madre como “la culpable de que tuviera afición por la música de jazz. Porque ya tenía discos de jazz en casa ya en aquellos años” de artistas como Duke Ellington y Fats Waller. Estos los escuchaba “los días laborales”. “Los domingos por la mañana [iba] al Palau de Belles Arts, no era el Palau de la Música. Escuchaba los conciertos de la Banda Municipal”.

Entiende que su interés por el jazz surgió porque era “el lenguaje que me entró más fácilmente a mí. Después de escuchar las dos músicas, el lenguaje que comprendí mejor, lo que me hizo sentir algo, fue la música jazz, ya desde muy pequeño”.

Ser famoso y los amigos

“Hice buenos compañeros más que amigos, porque después nos hemos perdido. Tengo algunos que de vez en cuando nos vemos. Son compañeros de escuela, amigos, no”. Ante la insistencia del periodista, Ricardo Fernández Deu, responde de manera contundente al pianista en el programa Tot plegat: “Tengo un perro, muy bonito”. A lo que añade “dicen que soy famoso, que tengo un prestigio mundial y todas estas cosas. Entonces para saber si yo tengo o no tengo amigos tendría que dejar de ser el Tete Montoliu famoso y necesitar alguna cosa de todos aquellos que dicen que son amigos míos para saber si realmente lo son o no”. Le pregunta sobre el hecho de dejar de ser conocido y dice: “No tiene que ser muy agradable”.

Las canciones tradicionales

“Lo he hecho siempre. Cuando salgo al extranjero, tanto a los Estados Unidos com a Japón o a cualquier otro lugar de Europa, además de tocar temas tradicionales de jazz, toco a mi manera [...] canciones tradicionales catalanas y entonces explico al público qué es Catalunya i que són de mi país, del país catalán, y yo hago patria a mi manera”, explicó en Tot plegat.

“Nunca suelo tocar lo mismo”

En el programa Estudio 16/18 el 13 de mayo de 1980 explicó que en un concierto “nunca” tenía un programa prefijado porque se “aburriría”. “Resulta que como los tres nos entendemos perfectamente bien y hablamos el mismo lenguaje musical. Empezamos tocando un blues, esto es impepinable porque yo tengo que empezar tocando un blues”.

“Después ellos no saben jamás lo que voy a tocar y yo tampoco, normalmente. Tocamos temas estandarizados de la música de jazz al estilo bebop, que es lo que me va a mí y a los tres. Nunca suelo tocar lo mismo. Siempre cambio y siempre es una sorpresa para los que me acompañaban y a veces, pobrecitos, los vuelvo locos”.

“A mí no me gusta”

“Yo al improvisar resulta que estoy componiendo constantemente, porque la improvisación es composición, pero a la que compongo algo perenne que tenga que durar. No sé qué pasa, que a mí no me gusta y al público, sí. ¿Por qué?”, confesaba en el programa Edición de tarde de Radio Nacional.

Preguntado sobre el jazz-fusión dijo: “No me gusta el chocolate con almejas. Son unos contrastes que pueden llegar a la cacofonía”. Sobre el jazz-flamenco también explicó que no le gustaba y a lo que añadió “porque yo sería incapaz de decir que esto no está bien. Yo nunca digo que las cosas están bien o mal, sino que me gustan o no, y si no me gustan es porque no me hacen sentir nada. Cuando algo no me hace sentir nada es que seguro que no me gusta”.

El oyente de radio

Al pianista le gustaba “mucho” la radio: “Ha tenido una gran importancia toda mi vida, ya que casi he vivido con la radio, para la radio. De pequeño a los 10 u 11 años iba al cine con un locutor de Ràdio Barcelona que se ha muerto, se llamaba Gerardo Esteban. Él me relataba la película a mí. Antes de relatarla a los oyentes, hacía un ensayo conmigo. Como medio de difusión la radio, yo creo que es el más importante que hay en el mundo y además el más rápido”, le dijo a Jesús Quintero en una entrevista.