Así funciona la ley D'hont en el reparto de escaños

Cuesta menos votos de un soriano conseguir un escaño que los votos que cuesta de un madrileño. Popularmente se culpa de esto a la ley D´hondt, pero no es cierto. La clave está en el número de escaños otorgados a cada circunscripción. ¿Cómo funciona D’hont? Lo primero, para entrar en el reparto de escaños es superar la barrera electoral, es decir, tener al menos, el tres por ciento de los votos de la provincia. Quien no lo consiga, se queda sin representación. Ordenados de mayor a menor, se dividen los resultados por el número de escaños en juego. En nuestro ejemplo, cuatro. Y se adjudica un diputado a los cuatro principales coeficientes en orden decreciente. Con lo cual el reparto sí es proporcional. El problema no está en el reparto de los escaños, no está en D´hondt; el problema está en cuantos escaños corresponden a cada circunscripción Son cálculos. Hay que llenar los 350 escaños que tiene el Congreso de los Diputados con los 40 millones de españoles que viven en España.