Sinopsis
A partir de enero de 2012 las empleadas de hogar empezarán a cotizar en el Régimen General de la Seguridad Social. Con esta medida se logra la profesionalización a un gremio que estaba regulado por una normativa que contaba con medio siglo de antigüedad. El cambio trae más derechos. A partir de 2012, y por primera vez, tendrán siempre cobertura si sufren un accidente trabajando. Si enferman, cobrarán la baja a partir del noveno día en vez del 29º, como sucede ahora. Además, se ajustará su sueldo al IPC y cotizarán desde la primera hora trabajada.
Habrá un sistema de tramos. Quien cobre menos de 75 euros mensuales, se sitúa en el primer tramo, paga unos tres euros, y su empleador, algo menos de 17. En último tramo, hasta 750 euros al mes, el trabajador pagara casi 28 euros y el empleador 136. "Los empresarios pagan su parte y los empleados la suya. Por lo tanto, a partir de 2012, tienen que ser los empresarios los que las den de alta", subraya UGT.
El sistema se implantará gradualmente hasta el año 2019. Entonces, sus bases se igualarán a las del resto de trabajadores y también las cotizaciones. Por eso, para "animar" a los empleadores, se está negociando la posibilidad de darles beneficios fiscales. De momento las empleadas de hogar no tendrán indemnización por despido o protección por desempleo.
