Iván no sabe explicar muy bien porqué sufre la radiación

Muchas familias durante los meses de verano acogen, temporalmente a niños procedentes de otros países. Son vacaciones para divertirse, ir a la playa o a la piscina, como cualquier otro niño, pero hemos comprobado que se trata de mucho más, ya que la mayoría de estos niños sufren problemas de salud, y aprovechan su estancia para pasar revisiones médicas.

Cada año la Asociación Bikarte trae unos 60 niños del sur de Bielorrusia afectados por la radiación de la central de Chernóbil. Nuestro protagonista, Iván, tiene 12 años y es la segunda ocasión que convive con Moisés y Arantxa, sus padres de acogida. Iván procede de una aldea, al Sur de Bielorrusia, que no fue evacuada durante el accidente de la central. Se trata de una zona precaria, con familias desestructuradas de poco poder adquisitivo que no pueden comprar medicamentos para afrontar enfermedades como el cáncer, leucemia o tiroides. La Asociación Bikarte, que trabaja en el sur de Bielorrusia desde hace 5 años, ha comprobado como la radiación de los niños disminuye tras su estancia con familias de acogida gracias a la alimentación y el clima