Sinopsis
Irene Villa, víctima de un atentado terrorista de ETA junto a su madre en 1991 al que ambas sobrevivieron con mutilaciones y milagrosamente, es la invitada esta semana de ‘Plano General’, el programa de entrevistas que dirige y presenta Jenaro Castro.
En la entrevista, habla sobre Miguel Ángel Blanco en el 25º aniversario de su secuestro y asesinato, así como de Ortega Lara y otras víctimas de ETA. Irene Villa, siempre con una sonrisa en la boca, describe el sufrimiento de la supervivencia hasta reponerse de las huellas del terrorismo. También habla de su vida privada, y en concreto de su divorcio del padre de sus tres hijos, que son, junto a su madre, "su esperanza, su fuerza y su luz".
Irene Villa recibe a ‘Plano General’ en su domicilio de Villaviciosa de Odón, en Madrid, para hablar con sincera sencillez de sus inquietudes, sus sentimientos y su lección permanente de vida. "Saber que se puede" es el título de su libro más vendido y el lema de su Fundación. Periodista, escritora, psicóloga, deportista de élite, conferenciante...su vida ha sido y es un ejemplo de entereza y superación que ha conmovido a España y ha traspasado fronteras.
Irene Villa se somete a todas las secciones del programa: La semblanza (dedicada al aspecto biográfico de los invitados), Sala de prensa (en la que los personajes hablan de asuntos de actualidad), En un rincón del alma (relativa al aspecto humano de nuestros entrevistados), Primer plano (en la que el personaje se somete a un test de reflejos e ingenio) y El muro (en la que el entrevistado deja una frase firmada de su puño y letra como filosofía de su propia personalidad).
La gran sorpresa de esta edición es que María Jesús González se une a su hija en la última sección del programa, durante la que ambas dan muestra de su enorme complicidad y transmiten una admirable energía positiva ante las adversidades de la vida. Las dos se muestran admiradoras de la música de El Arrebato, y hasta se atreven con alguna de sus canciones. Todo un ejemplo de coraje y actitud ante una vida que para ellas y demás víctimas de ETA no ha sido tan fácil como para sus verdugos.
