Palabra Voyeur   Gólgota Picnic. Rodrigo García 13/05/2015 03:35

Nuestro voyeur se esconde hoy nada más y nada menos que tras la piel y los ojos de la actriz Consuelo Trujillo para hacernos viajar a través de un fragmento de “Gólgota picnic” del autor teatral Rodrigo García (editado por el Centro Dramático Nacional). Una nueva propuesta visual y sonora de este mirón incorregible que se transforma en un patchwork de palabras en movimiento gracias a la participación de los bailarines Mamen Agüera y Miguel Ángel Punzano.

Texto:

Me dijo que él usaba las palabras como un sastre, que aguja e hilo eran para él la pluma y el tintero.

Dijo que a veces empleaba hilos finos y agujas finas y en otras ocasiones recurría a brutales costurones.

A veces sujetaba las ideas con finos hilos de colores y otras veces las amarraba con cuerdas inquebrantables.

Decía que las palabras estaban allí para ser unidas y creía que cosiendo las palabras unía a las personas.

Pero era consciente de que utilizando aguja e hilo, cada vez que unía, hacía heridas, perforaba una y otra vez lo que quería consolidar.

Era necesario causar dolor y hacer heridas para conseguir que lo irreconciliable, conviviese.

Creía que estos injertos no tenían por qué dar malos frutos, que los cuerpos juntos y las palabras que alquilaban esos cuerpos juntas, no tenían por qué tener reacciones como la pus o el sarpullido. Que las ideas dispares provenientes de cuerpos distintos hilvanados se podían emplear para algo bueno, no como se ha hecho hasta hoy.

Creía que por los orificios de los pespuntes de las pieles supuraba el cuerpo y se purgaba.

Y en realidad, la vida que intentaba unir no hacía más que secarse y resquebrajarse frente a su mirada resignada.

Creyó que lo que cosía, quedaba vivo y unido para siempre y que no había muerte y podredumbre, que no se reduciría aquello con el devenir del tiempo en meros pedazos que cumplían su ciclo vital y luego se descomponían atados unos contra otros; creía que hilvanando pieles o palabras mejoraba la vida de unos y de otros y hablaba incluso de inmortalidad.

Creyó que si las palabras y las miradas estaban bien amarradas -aveces cosía un ojo a un coño, o la lengua de uno la cosía a las lágrimas de otro- no solo permanecerían juntas para siempre, sino que se comprenderían en todo y hasta podrían ser inmortales. Decía: solos, somos finitud en potencia.

Juntos, somos infinitos.

Autor: Rodrigo García

Título: Gólgota picnic

Editorial: Centro Dramático Nacional

Voz: Consuelo Trujillo

Bailarines: Mamen Agüera y Miguel Ángel Punzano

Música: Lisi Búa

Agradecimientos: Teatro de La Puerta Estrecha

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