Sinopsis
Esta semana, 'Las tres puertas' presenta una potente combinación de invitados de varias generaciones. María Casado conversa de forma pausada con Inés Hernand, Antonio Najarro y Ramoncín.
La comunicadora e influencer Inés Hernand es uno de los rostros más reconocibles de la Generación Z, gracias a sus trabajos en el canal digital Playz de RTVE, y el Benidorm Fest. Aunque Inés es abogada de profesión, ha saltado a los medios gracias a sus intervenciones en YouTube y en las redes sociales. María Casado descubre que, tras su faceta más desenfadada, hay una activista con las ideas muy claras en pro de los derechos de los jóvenes y del movimiento feminista.
El segundo invitado de la noche es Antonio Najarro, bailarín y coreógrafo de gran recorrido y reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras. Antonio explica a María Casado cómo fueron sus inicios en el mundo de la danza y repasa su meteórica carrera, con hitos como debutar a los 15 años, o que con sólo 18 ya fuese primer bailarín en compañías de primerísimo nivel. Además, Najarro fundó su propia compañía con menos de 25 años y ha sido el director más joven de la historia de la Compañía Nacional de Danza de España, al alcanzar el cargo a los 35 años. También mantiene fuertes vínculos con el mundo del deporte y ha creado coreografías de éxito para figuras como el campeón de patinaje artístico Javier Fernández y la nadadora de sincronizada Ona Carbonell.
Por último, el músico y escritor Ramoncín está en el programa para repasar una trayectoria de más de 40 años en los escenarios. Como uno de los pioneros del punk rock en España, Ramoncín ha protagonizado incontables anécdotas y leyendas. Siempre contundente en sus opiniones, el también autor de varios poemarios y ensayos ha estado muy vinculado a los medios de comunicación desde hace décadas y no duda en dar opinión sobre el estado de estos en la actualidad. María Casado también ahonda en los orígenes de barrio que tanto han marcado al músico y que le han llevado a ser uno de los emblemas de ese Madrid más macarra y canalla sin dejar de ser castizo a su manera.
