Arte en los pueblos

Muchos pueblos siguen perdiendo población y decayendo lentamente, pero en Genalguacil, Malpartida y Cerezales, el arte lo ha cambiado casi todo.
"Cuando empezó era como una idea quijotesca. ¿Cómo puede destacar un pueblo de 400 habitantes en el mundo del arte contemporáneo?", recuerda Miguel Ángel Herrera, alcalde de Genalguacil, en Málaga. La idea era apostar por la cultura como motor de regeneración y lucha contra la despoblación. Así empezaron los primeros encuentros de artistas. 27 años después, 20.000 visitantes recorren cada año las calles pobladas de proyectos creativos y su museo de arte contemporáneo. El pueblo está creciendo, han recuperado la escuela y se han abierto nuevos negocios.
Genalguacil es uno de los tres pueblos de la España vaciada a los que se acerca este sábado ‘Informe Semanal’. Todos han hecho del arte su instrumento de desarrollo. En 1976 el alemán Wolf Vostell creó un espacio cultural de arte contemporáneo en Malpartida, Cáceres. Lo que parecía el sueño de un visionario se ha convertido en el motor económico del pueblo y un ejemplo de gestión cultural para otros.
El proyecto del municipio leonés de Cerezales del Condado, un pueblo de apenas 30 habitantes es un moderno templo de la cultura realizado en madera y totalmente sostenible donde todo lo que ocurre entre sus paredes y fuera de ellas es diferente, Anualmente realizan unas 100 actividades por y para los vecinos del entorno en primer lugar.