El poder del calor

La Tierra está gobernada por varias fuerzas monumentales de la naturaleza, pero ninguna con el poder del calor.

Los animales del desierto son algunos de los habitantes más especializados del planeta. Desde gacelas capaces de beber agua salada a elefantes capaces de excavar para encontrar depósitos subterráneos, pasando por erizos de largas patas para mantener el cuerpo alejado de la arena caliente y conejos con orejas gigantes para mantenerse frescos.

El cambio climático está subiendo la temperatura y los humanos somos en parte responsables. Talamos bosques, cubrimos todo el planeta y quemamos combustibles fósiles sin cesar para intentar satisfacer nuestras necesidades energéticas. Si aprendemos de nuestros errores, podremos mejorar nuestra situación.

El calor puede ser una fuerza destructiva, pero también es la energía que sustenta la vida. Los animales han aprendido a adaptarse y a vivir con sus mortíferos extremos, y nosotros también podemos.