Europa 2016 - 09/12/16

Inquietud por un lado, alivio por otro. La Unión Europea se mueve entre la preocupación por la inestabilidad política en Italia y el ascenso allí de los antieuropeos en el referéndum perdido por Mateo Renzi y el desahogo que ha supuesto la victoria en Austria del proeuropeo y progresista Van der Bellen frente al candidato de la ultraderecha nacionalista.
En un momento en el que las elecciones nacionales se leen cada vez más en clave europea, la derrota del populista y de su mensaje euroescéptico en Austria es el primer respiro que tiene la Unión en mucho tiempo. Bruselas destaca que Europa ha sido central en la campaña para la elección del presidente y dice que el resultado habla por sí solo. A Italia, le pide respuestas convincentes, reformas económicas y medidas para gestionar la crisis de sus bancos. Los riesgos que conlleva la inestabilidad política en Italia están, entre otros motivos, detrás de las medidas aprobadas por el Banco Central Europeo en su última reunión del año.

El Brexit será duro y se negociará en 18 meses. Ese es el mensaje que ha lanzado el negociador jefe de la Unión Europea a Londres. Michel Barnier ha roto su silencio y ha marcado aún con más fuerza si cabe las líneas rojas de los 27: si el Reino Unido se va, perderá, dice, todas las ventajas que tiene como socio comunitario. El supremo británico ha empezado ya a estudiar el recurso de Theresa May contra el dictamen que da al Parlamento el poder para autorizar el proceso de salida. Enseguida estamos en Londres para saber los detalles.