Lafarge, una fábrica de espías

Un reportaje que denuncia cómo la inteligencia francesa utilizó, en Siria, a la fábrica cementera Lafarge para introducir una red de espionaje y financiar al Daesh, el enemigo número uno de Occidente.
La investigación revela esta historia de espías occidentales, geopolítica y escándalo judicial, a través de los testimonios de algunos de los directivos y colaboradores de Lafarge que están siendo investigados por financiación del terrorismo.
Meses antes de la revolución siria de 2011, Lafarge, el grupo líder mundial del sector de la construcción, inauguraba una fábrica de cemento al norte del país. Lo que en principio era una simple fábrica, terminó siendo la perfecta tapadera de una red de espionaje de la inteligencia francesa, cuyo tejido se extendía a todos los servicios secretos occidentales y que acabó con varios directivos y socios de Lafarge en los tribunales franceses, acusados de financiación del terrorismo.
Unos periodistas franceses recopilaron miles de documentos en Siria, Jordania, Dubái y París para desvelar este escándalo. Preguntaron a algunos de los directivos de Lafarge, a agentes de la inteligencia francesa y llegaron hasta la misma cúpula del Estado.
Las revueltas contra Al-Asad y la fuerte represión del régimen arrastraron al país a la guerra civil. Occidente no tenía ningún agente de inteligencia en Siria y vieron en el gran grupo empresarial la única opción para ser utilizada como red de espionaje contra el régimen del dictador sirio. Según los informes de los periodistas, espías encubiertos trabajaron como dirigentes de Lafarge para cumplir misiones de inteligencia hasta que estalló el escándalo.