Víctor Lax

El aragonés Víctor Lax está considerado el mejor fotógrafo de bodas del mundo gracias a instantáneas originales como la que un día realizó en el lugar menos pensado para unos novios. Una fotografía que fue premiada y que ayudó a impulsar su imagen de profesional atrevido e innovador. A pesar de este reconocimiento internacional, lo cierto es que Lax empezó a fotografiar bodas sin demasiada convicción. Él provenía del fotoperiodismo, pero la crisis económica lo dejó sin trabajo y tuvo que reinventarse. Al igual que él, su esposa Erika, arquitecta de profesión, también se vio afectada por los estragos de la crisis y decidió sumarse a la nueva aventura empresarial. En pocos años Lax, que actualmente fotografía bodas en diferentes lugares del mundo, se ha convertido en un auténtico referente para muchos profesionales del sector que asisten a sus seminarios interesados en dar un sentido diferente a su trabajo.