Cocinero aficionado de lujo

Félix se gana la vida cultivando setas en la localidad riojana de Autol, pero su pasión es otra. Ha montado en su casa una auténtica cocina profesional con los últimos avances donde cada sábado agasaja a sus amigos. Raro es el fin de semana que no junta a veinte comensales con un menú infinito de manjares que él mismo prepara, aunque tenga que irse a Francia a buscar una lamprea.