El delta del Okavango

Una de las grandes maravillas de África late en el corazón del desierto del Kalahari, un anegado país de las maravillas que atrae y estimula todos sus moradores y alivia sus penurias, al menos durante una parte del año, mientras aprovechan al máximo este desierto transformado. La estación lluviosa de Botswana aún no ha empezado, pero las inundadas tierras altas de Angola, a mil kilómetros de distancia, han enviado al Kalahari un abundante y húmedo regalo. Las aguas angoleñas tardan casi cuatro meses en llegar al delta del Okavango, atravesando el desierto casi sin desnivel, más del 90 por ciento se pierde por el camino, pero todavía dejan 11 trillones de litros que empapan el delta del Okavango antes de adentrarse en Botswana.