Palabra Voyeur - Lenta demolición. Diego Alfonsín

Siempre hay alguien que parece que no ve, pero que acaba viendo más que el resto. Alguien cuya mirada parece no estar en ese territorio donde se encuentran el resto de las miradas, ni en ningún otro territorio reconocible. Alguien de quien nunca sospecharíamos porque entre su presencia y su ausencia es mínimo el vacío. Alguien a quien con frecuencia hay que llamar para que regrese de ese lugar donde ni él mismo sabe que se encuentra y lleve a cabo la tarea que tiene que realizar, pues se diría que a veces ese tipo de alguien, no sabe quién es, ni dónde está, ni por qué. Y hay que recordárselo con una voz un poco más alta, una broma irónica o incluso con un discreto empujón. Y sin embargo, y contra toda evidencia, hay alguien que se dedica a leer y releer sin cesar, sin que nadie sospeche lo más mínimo y él pueda incluso asegurarse de que así es, las largas frases prohibidas. Las almacenará en su mente hasta el atardecer a lo largo de una eficiente y discreta jornada laboral y será más tarde, en la intimidad de una humilde cabaña con las puertas y las ventanas abiertas al viento, cuando ese alguien abra un cuaderno y empiece a seleccionar y a transcribir frases. Palabras y fragmentos de todo aquello que ha tenido ocasión de leer a lo largo del día con el mayor de los disimulos y que, cuidadosamente, ha guardado en su memoria con el rigor secreto de una joya clandestina.Libro: Lenta demoliciónAutor: Diego AlfonsínEditorial: Ediciones TurpialMúsica: Olafur ArnalsVoz: Juan Suárez