Tras los ataques de Irán sobre Israel de este fin de semana, la situación ya de por sí complicada en Oriente Próximo se ha vuelto aún más difícil. Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso analiza el escenario con Shlomo Ben-Ami, ex ministro de Exteriores israelí, diplomático e historiador, que ha comenzado asegurando que dar por hecho que habrá una reacción "o podría considerarse una debilidad", pero que espera que "lo hagan de una forma que no invite a una respuesta mayor". De hecho, ha explicado que una "respuesta controlada y calculada, quirúrgica", sería incluso algo que EEUU, aliado de Israel, "sí entendería." De lo contrario, las consecuencias serían impredecibles, incluso podría ser percibido por los norteamericanos como "un intento de arrastrarles a la guerra", algo que "la opinión pública no aceptaría".
Sobre cómo Pedro Sánchez está liderando la causa y buscando apoyos internacionales con el objetivo de declarar un Espado palestino antes del fin de verano, Ben-Ami ha reconocido que, aunque ve con buenos ojos esta labor, "el Gobierno español debería plantarse si contribuye a una solución del problema o no", porque hay que tener en cuenta las derivadas que dejarían en el aire cuestiones vitales que van más allá del territorio. "Este es un conflicto sobre lugares sagrados, asentamientos, refugiados...", ha dicho. De todas formas, ha advertido que sin la participación de Estados Unidos, "es difícil que cambie la realidad".
