Recibimos hoy en nuestra taberna, revestida de poesía y versos desgarrados, al tenor Joaquín Pixán, que nos habla de varios proyectos discográficos como abanderado de la canción española de concierto. En primer lugar nos descubre La escondida luz se hace música, un corpus de canciones del propio Pixán sobre una antología de poemas de Federico García Lorca seleccionados por el poeta Antonio Gamoneda, de los que escuchamos "El paso de la seguiriya", "Si mis manos pudieran deshojar" y el "Prendimiento de Antoñito el Camborio", además de contarnos el artista asturiano cómo aborda la musicalización de los diversos textos poéticos. En segundo lugar, escuchamos varias canciones de autores como Zulema de la Cruz o Milena Perisic del álbum que contiene cinco versiones musicales debidas a otros tantos compositores que ponen melodías a tres poemas inéditos de Ángel González, poeta al que Pixán y el pianista Alejandro Zabala dedicaron el disco -recientemente reeditado- Voz que soledad sonando, del que suenan dos fragmentos pertenecientes a "Levantaste la voz para decirlo" de Perisic y "Tango de la madrugada" de Ramón Prada.
También se convocan en nuestro programa dos novedades discográficas: Lorca de amor y muerte, protagonizado por la soprano Naroa Intxausti y el pianista Aurelio Viribay, del que seleccionamos dos ejemplos de Miguel Asins Arbó y Elisenda Fábregas sobre otras poesías de García Lorca, así como la grabación de los dos cuartetos para cuerda de Tomás Bretón por la formación que lleva su nombre, el Cuarteto Bretón, en el álbum Aeternae, y de los que elegimos el tercer movimiento del segundo, titulado Dramático.
