Diciendo adiós a Viena desde el hotel de Portero de Noche (Lilliana Cavani, 1974), una canción del alemán Friedrich Hollaender que se incluye en este filme nos sitúa en el Berlín de entreguerras, la época dorada culturalmente de la República de Weimar.
Visitamos el café emblemático de aquella capital populosa, industrial, cosmopolita, proletaria y cabaretera: el Romanisches Café, destruido en un bombardeo en 1943. Allí se citaba la intelligentsia centroeuropea, pero también un jovencísimo Billy Wilder que daba sus primeros pasos como guionista elaborando la historia de “Hombres en Domingo”, docudrama colectivo de 1929 participado también por Robert y Curt Siodmack, Edward G. Ulmer y Fred Zinemman, todos ellos convertidos con los años en nombres punteros del cine de exiliados en Hollywood, como también lo fue Marlene Dietrich, cuya voz envuelve nuestro relato.
Kurt Weill y Bertold Brecht ponen música y drama a estos años de asentamiento nazi en Alemania. En la sección Mesa Reservada, nos ocupamos de nuevo de los camareros y camareras, y del “pequeño detalle” de las propinas. La música viene de la mano de diversas obras de Fredrich Hollaender, Eduard Künneke y Richard Rodgers.
