Hoy nos vamos a la reunión de una junta de distrito que, por primera vez,
cuenta con la participación directa de los vecinos. Han incluido una
propuesta de urgencia para que se hable de unos bancos que el ayuntamiento
ha retirado de una plaza conflictiva por la inseguridad ciudadana y el
incivismo de unos cuantos. Una situación que se repite en muchos barrios
españoles y afecta a la paz y tranquilidad de sus vecinos. Pero en este caso
me parece interesenta destacar cómo, empieza a ser habitual, que sean los
propios afectados quienes quieran participar de una posible solución. Han
pasado de la queja en las escaleras del edificio o en la plaza para
presentarse formalmente junto a las autoridades municipales y discutir el
tema.
La sala está abarrotada de vecinos con opiniones de todo tipo, señores y
señoras de mediana edad, abuelos y abuelas y algunos jóvenes que acompañan
la protesta de estas personas. Incluso han venido ciudadanos que no viven en
el barrio pero vía redes sociales se han solidarizado con los vecinos y han
hecho acto de protesta. Unos creen que retirar los bancos es la solución
para atajar la inseguridad ciudadana que con la que se ven obligados a
convivir, otros reclaman que se acaba con el incivismo y se repongan los
bancos.
Cuando salgo de la reunión, el ambiente sigue caldeado porque no están
llegando a acuerdos. Los días siguientes, se mantuvieron las protestas y
manifestación reclamando los bancos pero poco a poco los vecinos buscan
llegar a acuerdos que satisfagan a todos y han creado comisiones de trabajo
para solucionar definitivamente el problema de forma consensuada y que no se
genere más conflicto entre los vecinos. De hecho, ellos son las víctimas del
incivismo de otros ciudadanos.