Mirar al cielo, soñar con aviones, con vuelos, con destinos... a cualquier parte que nos lleve lo suficientemente lejos de un día a día de sabor amargo. Mirar al cielo, imaginar que las cosas pueden ser distintas. Pisar el suelo, darse de bruces, divisar a lo lejos un camino que se deshace... intentar correr para alcanzarlo antes de que termine por desdibujarse del todo. Tropezar. Caer. Que te ayuden a levantarte. Que sea un hombro amigo... que te sostiene... mientras la nube de polvo terminar por llevarse ese maldito camino.
Hoy hablamos en El cine que viene de 'Sueños y pan'. Una película que es una historia de tránsito que representa, quizá, colateralmente, el viaje de quienes la han hecho posible. Nos lo cuenta su director: Luis (Soto) Muñoz.