Bienvenid@s un bosque habitado por dos maestros naturalistas para la Revolución de las Conmovid@s: Joaquín Araújo versus Henry David Thoreau.
El pasado 12 de julio celebrábamos el 200º Cumpleanillos del maestro de Concord y nos comprometemos a seguir celebrando su vida y sus enseñanzas lo que resta del año y por los siglos de los siglos.
Araújo y Thoreau, Thoreau y Araújo. Lúcidos naturalistas. Joaquín nos trae al presente y al primer plano vivencial lo que supone el autor de “Walden” y “Desobediencia civil”. Dice Antonio Casado Da Rocha que “el recurso a su obra crece en momentos de crisis, en la incertidumbre”. Y acaso, ¿la crisis de los recursos que nos ofrece la tierra no es la peor de las incertidumbres? Sí, Thoreau murió hace 155 años, pero, como apunta Capitán Swing, sus ideas permanecen vivas en ámbitos tan dispares como los movimientos sociales o la vuelta al campo.
La Comunidad del Bosque sabe de la importancia de Thoreau en nuestras vidas y escriben más waldenianos que nunca Joaquín Araújo, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca y Natxo Blanchart. Además de las aportaciones del propio Thoreau, Raúl Gómez y Emma Rodríguez. Te invitamos a sumergirte un poco más en su influencia como naturalista conservacionista y cuestionarte la religión del progreso como desaparición de la autenticidad de la vida.
Como Club de la Hojarasca, Pilar Socorro, Juan Carlos Ruíz y Carolina Alba, envuelt@s en un peculiar viaje interior narrado musicalmente por Juan Perro, suscriben con su talento que ninguna ley que niegue la vida debe ser obedecida.
Thoreau, antiesclavista, practicante de la vida simple, decrecentista, ecologista, anarquista, contemplativo, experimentador de la vida en los bosques, conjunción de hombre y escritor por y para la naturaleza está más presente que nunca. Sirva este programa para dejar constancia de ello y animar a divulgar su mensaje y despertar el interés por las claves que mejorarían el mundo que, casi 200 años después, habitamos sin sentido común verde.
Disponte a soñar con la pureza, como Thoreau, a entrar en comunión con la Naturaleza como Thoreau, a habitar una laguna aclaratoria de las dudas que llevan a la especulación como Thoreau, y a hundir tus raíces en Thoreau para un cambio de paradigma ¡Sin duda, territorio conmovido! ¡Arriba las ramas!