Alemania ha suspendido hasta nuevo aviso de las exportaciones de armas a Israel que pudieran emplearse en la Franja después de que el Gobierno de Netanyahu aprobase un plan militar para ocupar la ciudad de Gaza. Al exministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shlomo Ben Ami, no le sorprende esta decisión, ya que "la presión sobre el gobierno alemán no es fácil de resistir". "Refleja el inicio de un agotamiento de la opinión y la política alemana con la herencia del Holocausto", asegura en el informativo '24 Horas de RNE'. Ben Ami considera que si Israel recrudece la campaña invadiendo Gaza, el poco apoyo internacional que le queda desaparecerá por completo.
El exministro de Asuntos Exteriores destaca que una de las cosas más sorprendentes que han ocurrido en la reunión del gabinete es que el asesor de Seguridad Nacional se ha unido al jefe del Ejército "en apoyo a la posición más moderada". "El jefe del Ejército entiende muy bien que ir a por todas sería una emboscada mortal no solo para la población de Gaza, sino también para los rehenes y para el propio Ejército israelí", explica.
Ben Ami afirma que los israelíes no están conformes con lo que está haciendo su país: "Netanyahu representa a una minoría, el 80% de la población quiere parar la guerra y rescatar a los rehenes". Dice que no cabe casi duda de que se están cometido crímenes de guerra y contra la humanidad, pero apunta que no se atreve a calificarlo como "genocidio". "Tampoco quiero que Netanyahu me obligue a defenderle en el extranjero, pero no estoy en posición de decir que es un genocidio". Entrevista completa en RNE Audio.