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Muere a los 72 años Diego Galán, cineasta, crítico y exdirector del Festival de San Sebastián

  • Realizó numerosos documentales centrados en la historia del cine español
  • La 2 de TVE emitirá esta noche su documental Con la pata quebrada

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Fotografía de archivo de Diego Galán, de 2016
Fotografía de archivo de Diego Galán, de 2016

El cineasta Diego Galán, histórico director del Festival de Cine de San Sebastián, ha fallecido en su domicilio de Madrid a los 72 años, según ha confirmado la Academia de Cine.

Galán, periodista, crítico y director de cine, dirigió el Festival de Cine de San Sebastián durante dos etapas (1986-1989 y 1995-2000), y el año pasado fue reconocido con la Medalla de Oro de la Academia de Cine Española.

"Nadie como Diego Galán ha conocido el cine desde todos los ámbitos, especialmente el cine español. Vamos a echar de menos su rigor, su solvencia y, a nivel personal, su generosidad con todos nosotros. Hasta siempre y gracias. Vuela alto, querido Diego", ha manifestado el presidente de la Academia, Mariano Barroso, al conocer la noticia.

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, también ha mostrado su pesar y ha subrayado la aportación que Galán realizó al Zinemaldia, "bajo cuya dirección logró una gran proyección y su consolidación como uno de los grandes festivales del mundo, lo que a su vez situó a Donostia como toda una referencia internacional".

14 horas - Muere el crítico y cineasta Diego Galán - escuchar ahora

Empezó como crítico

Galán dedicó su vida a la memoria y a la gestión cultural del séptimo arte en sus diversas facetas profesionales.

Empezó a hacer crítica en 1967 en la revista Nuestro cine, una actividad que le daría crédito y prestigio; después desarrolló esta labor en la revista Triunfo y en El País, diario con el que continuó colaborando hasta la actualidad.

Como director del Festival de San Sebastián impulsó campañas para que el público de la ciudad sintiera también como suya la muestra, que animó con la presencia de las primeras estrellas internacionales del momento, desde Bette Davis, a Gregory Peck, Al Pacino o Robert de Niro.

Realizador de numerosos documentales centrados en la historia del cine español, dirigió, entre otros, trabajos sobre el montador Pablo G. del Amo (Pablo G. del Amo, un montador de ilusiones), el Festival de San Sebastián (Una historia de Zinemaldia) y abordó cómo ha representado a la mujer (Con la pata quebrada) y al hombre (Manda huevos). Su labor se ha desarrollado también en televisión, con las series de no ficción Memorias del cine español y Queridos cómicos.

El Festival se ha despedido de su emblemático director con un mensaje en su cuenta de Twitter donde le despiden con un "Hasta siempre Diego. Convertiste el @sansebastianfes en un festival de tod@s y nunca te olvidaremos. Encuentra tu película allí donde estés..., DEP".

También su amigo Jaume Figueras, periodista y crítico de cine, ha contado que hoy precisamente pensaba visitar a Galán; ayer, ha señalado intentó confirmar la cita pero no logró hablar con él. Hoy, según pudo saber, la persona que pernoctaba con él lo encontró muerto, ha lamentado el amigo, incapaz de comentar nada más sobre su figura.

No recomendado para menores de 12 años Historia de nuestro cine - Coloquio: Festival de Cine de San Sebastián - ver ahora
Transcripción completa

Bienvenidos a los cuatro, gracias por estar aquí.

Os podéis sentar.

Buenas noches de nuevo.

Mañana conoceremos el palmarés de la edición número 64

del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

En sección oficial,

tres títulos españoles optan a la Concha de oro,

premio que en 1991 recayó

en la película que acabamos de ver, "Alas de mariposa".

No corrieron la misma suerte los otro cuatro títulos

que hemos visto durante la semana,

pero sí se alzaron con otros galardones de importancia

y todos ellos dejaron muy buen sabor de boca

en su paso por el certamen donostiarra

en distintas décadas.

En 1953, año en el que se celebró la primera edición del festival,

viajó hasta San Sebastián "Hay un camino a la derecha",

la película que vimos el lunes.

Un amargo drama dirigido por Rovira-Beleta

y protagonizado por Francisco Rabal y Julita Martínez,

ambos actores premiados por sus interpretaciones.

Acaba de cometerse un robo.

-¡Cuidado! -¿Qué pasa?

Diez años más tarde, en 1963,

Manolo Summers llegaba a San Sebastián con su ópera prima

y alaba con la Concha de plata al mejor director.

"Del rosa al amarillo" consiguió también

el premio Perla del Cantábrico

al mejor largometraje de habla hispana,

y sus cuatro protagonistas fueron reconocidos

como actores revelación.

A mí me gustan las de Burt Lancaster porque es tan alto y tan guapo...

Esperaré esta noche en la huerta, al lado de la esterquera.

(LLORA)

El Festival de Cine de San Sebastián fue también un estupendo trampolín

en el lanzamiento de "Mamá cumple 100 años",

la decimotercera película

en la extensa e interesantísima trayectoria de Carlos Saura.

Además de poner de acuerdo a crítica y público,

se alzó con el premio especial del jurado.

¿Has hecho el amor con ella?

¡Mis hijos! ¡Qué alegría!

(Aplausos)

Y casi como un clásico instantáneo fue recibida en el festival de 1986

"Remando al viento", la película que vimos ayer.

Por ella Gonzalo Suárez recibió la Concha de Plata

al mejor director.

Por la fuerza de la imaginación.

(Trueno)

(Grito)

De todas esas películas,

una selección más que interesante la de esta semana,

y del Festival de Cine de San Sebastián hablaremos

esta noche en el coloquio de "Historia de nuestro cine".

Nos acompañan Diego Galán, realizador, crítico de cine

y director durante varios años del festival.

Esta edición hemos podido ver su documental "Manda huevos"

donde hace un repaso de cómo nuestro cine

ha reflejado al hombre a través de las décadas.

Buenas noches, bienvenido. Buenas noches, gracias.

Un placer tenerte con nosotros.

Juanma Bajo Ulloa, director, entre otras,

de la película que acabamos de ver, "Alas de mariposa".

Su ópera prima ganó la Concha de Oro en 1991.

¿Qué tal? Buenas noches. Encantado, como siempre.

También sabe lo que es competir en sección oficial

nuestro siguiente invitado.

Asier Altuna es el director de "Amama",

película con la que logró el año pasado

el premio Irízar, que se otorga al cine vasco.

Buenas noches. Buenas noches, encantado.

Después hablaremos por tu paso por San Sebastián.

Y Rodrigo Sorogoyen, director de la película "Stockholm".

Fue premiada en varios festivales,

y que este año compite en la sección oficial del festival

con su película "Que Dios nos perdone".

¿Hay nervios? ¿Qué tal? Buenas noches.

Hola, buenas noches.

Sí, un poco. De los nervios también hablaremos.

Pero la respuesta es sí. Sí, muchísimos.

Vamos a comenzar hablando

de los orígenes del Festival de Cine de San Sebastián.

La primera edición fue en el año 53,

y nació como una lanzadera del cine español.

Yo no sé si hoy en día sigue siendo también eso.

Diego, tú que conoces tan bien el festival.

Creo que sigue siendo una lanzadera.

Pero el festival no nació como lanzadera del cine español,

sino como un afán de prolongar el verano.

(RÍE)

De todos los festivales grandes europeos,

es el único que no tiene un origen político.

El de Venecia, el de Cannes, el de Berlín...

Sí lo tuvieron, alrededor de la Guerra Fría.

Pero el de San Sebastián era solamente por temas económicos.

Fueron los comerciantes de la ciudad, diez comerciantes,

los que decidieron hacer alguna fiesta

para que el verano se prolongara en septiembre.

Buscaron la excusa de un festival de cine,

y que fuera un festival de cine español.

(NARRADOR) Con motivo de la primera Semana internacional del cine

Se reúnen en San Sebastián

conocidas figuras nacionales y extranjeras

de la industria del celuloide.

Directores, guionistas, artistas y productores.

Las sesiones y la proyección de películas

se celebran en el teatro Victoria Eugenia.

¿Qué creéis que significa hoy día el Festival de San Sebastián

para el cine español, para quienes hacéis películas?

Creo que sigue siendo una referencia.

Sigue siendo el gran festival,

el que no solamente reúne el prestigio

sino además la conexión internacional.

Aunque siempre se ha echado en falta que sea mayor esta.

Pero creo que sigue siendo el gran festival

y el referente y el sueño de muchos cineastas

cuando empezamos y cuando continuamos.

El sueño de estar ahí, me imagino, Rodrigo,

que lo estás haciendo realidad. Sí, vamos...

Estoy totalmente de acuerdo,

lo estoy viviendo ahora en mis carnes.

Es la mezcla del prestigio

con que una gente, un comité especializado,

haya seleccionado tu película y haya dicho que merece estar ahí.

El año pasado recibiste ese premio que se concede al cine vasco

por "Amama", te abriría puertas, imagino.

En cuanto te cogen la película en el Festival de San Sebastián

empiezan a llegarte "mails" de agentes de ventas internacionales.

Luego puede que les interese la película o no,

Pero sí que hay un poco de movimiento por ese lado.

(Aplausos)

Y sobre todo también, creo que Donosti, Zinemaldia,

es un festival de público.

Es una fiesta de cine.

Y también a la hora de pensar cuándo estrenar la película,

creo que suele ser importante, es un referente,

y la verdad que...

Después del festival suelen haber muchas complicaciones personales

porque todo el mundo quiere poner su película ahí.

Vamos a comenzar a hablar

de las películas que hemos visto durante la semana.

Comenzábamos el lunes con "Hay un camino a la derecha".

Precisamente una de las películas seleccionadas en esa primera edición

de la que hablábamos, en el año 1953.

-¿Qué te pasa, Miguel? -Que estoy harto.

De acuerdo en que se deba luchar si se obtiene una compensación,

pero si todo el esfuerzo sirve únicamente

para ir dando tumbos de acá para allá cada vez más abajo,

es preferible mandarlo todo a paseo.

¿Cómo fue aquel primer San Sebastián?

Fue un festival de muchísimas fiestas.

Era un festival donde las películas no eran lo más importante,

sino el tirapichón, los saraos, desfiles de moda...

La parte lúdica del festival

era más importante que la parte cinematográfica.

Por eso ni siquiera invitaban a los actores.

Paco Rabal estaba allí porque estaba haciendo teatro,

y pudo recoger su premio.

Mientras que Julita Martínez ni siquiera sabía

que estaba compitiendo en el festival.

Estaba en su casa tranquilamente cuando la llamaron.

Para Paco Rabal era su primer gran papel.

De hecho se convirtió ya en una estrella.

¿Cómo le habéis visto con la perspectiva del tiempo?

Pues la verdad es que a veces ves películas antiguas

y ves que el estilo de interpretación cambia bastante.

o te puede llegar a rechinar, pero en este caso para nada.

También el arco de los dos personajes les permite desplegar

toda su técnica.

Más que técnica, la verdad que tiene Paco.

(RODRIGO) Yo a Julita Martínez no la conocía y está soberbia.

No puedes hablar así.

-¿Cómo has cambiado tanto? -No estoy ciego como tú.

-Yo veo la realidad. -No eres el de antes.

-Te has cansado de nosotros. -Eso son tonterías.

No lo son.

"Un camino a la derecha", ya el título dice mucho.

Sí, de hecho yo no había visto la película

y me inquietaba mucho. (RÍEN)

Me inquietaba mucho y pensaba que había

una razón ideológica detrás, y política.

Y realmente sí que hay ideología.

Ideología familiar...

Pero no me ha molestado.

Es algo que lo ves venir.

Al final sí que hay esa voz en OFF que estropea un poquito la función,

precisamente por esa ideología.

Pero la película sorprende mucho, sorprende su calidad,

sorprende su dignidad,

sorprende el talento que hay ahí.

Y sobre todo los intérpretes.

Para mí Paco Rabal es un galán único.

Además, no estás viendo a un actor, una interpretación,

estás viendo verdad.

Decía Juanma que hay mucho talento.

Es que detrás está Rovira-Beleta.

En el programa ya hemos visto varias películas de él.

"Los Tarantos" es una de las más conocidas,

y esta pertenece a ese cine policíaco

tan importante que hizo.

El cine neorrealista, sobre todo.

Está rodada en la calle, en Barcelona,

prácticamente no hay decorados.

Creo que incluso esas casas, esas corralas,

no deben ser decorados, deben ser auténticas.

Y esa necesidad de hacer cine real, cine de la calle viva,

en eso Rovira-Beleta...

Todos fueron pioneros, pero fue uno de ellos.

Y él sacó muy buen resultado de esa experiencia de ir a la calle,

de sacar a la gente,

de sacar las vidas de sus compatriotas.

Estas pelis a mí me recuerdan mucho al cine italiano.

Me puede recordar a "Ladrón de bicicletas",

por ejemplo, que de repente...

Las cosas están mal, pero pueden ir a mucho peor siempre.

A mí el actor me recuerda a Vittorio Gassman a veces también.

Si es niña tiene que darle un beso al niño que más le guste.

Pero en la cara, ¿eh?

Hombre, claro. No va a ser en la boca.

Diez años más tarde, en el año 63,

Manolo Summers llega al Festival de Cine de San Sebastián

con su ópera prima, con la película que vimos el martes,

"Del rosa al amarillo".

Una película que no parece de un debutante.

Hay mucha madurez ahí.

Y sobre todo es sorprendente.

Es una película tan atípica que no sabes ni adónde va a ir

ni de dónde viene,

ni cómo alguien ha tenido la osadía y casi la ingenuidad

de hacer una película así.

Te va sorprendiendo precisamente porque parece una película

de alguien con una inocencia tremenda.

Al final te das cuenta que no es así.

Sobre todo en la segunda parte y el final de la película,

que da esos giros.

Pero es una película sorprendente, tuvo que chocar mucho,

y seguramente absolutamente atípica...

e inencuadrable, no sabes dónde colocarla.

Me inventé una película de episodios, que eran dos.

Una se llamaba...

Era una historia de amor de niños, y el otro de viejos.

Las uní las dos.

Las rodé por separado por si acaso me quedaba sin dinero.

Aquello se superó y todo fue bien.

(JUANMA) Pero el trabajo actoral con los niños me parece que...

Me daban ganas de ver cómo rodaba Summers con ellos.

Verle interactuar con ellos

para ver cómo conseguía esa naturalidad.

(RODRIGO) Es una película preciosa, a la vez es muy triste,

y me ha llamado mucho la atención la presencia de la Iglesia.

Claro, si haces una película de la España de los años 60,

la Iglesia tiene que estar ahí,

pero tanto en la escuela el cura como en el asilo de monjas,

yo no sé si me vas a llamar loco, pero veía una presencia...

No quiero decir la palabra "maligna", pero sí represora.

Es lo que tú decías.

Son dos parejas desvalidas

que lo único que quieren es amarse,

y está esa sociedad, simbolizada en la Iglesia y en más cosas...

Está esa sociedad que no se lo permite.

Sí, sí. Lo que decías, es una película muy valiente.

Tú decías "qué raro que sea de un principiante".

Pero es que justamente cuando eres principiante

es cuando más valiente y más ingenuo eres.

Ganó la Concha de Plata al mejor director, Manolo Summers.

También la Perla del Cantábrico a la mejor película española.

La verdad es que en aquel momento

en el cine español estaba surgiendo una generación nueva

que venían de la escuela de cine,

y todos tenían una gran formación académica,

con lo cual no eran óperas primas torpes,

como puede ser la de alguien que empieza en su casa

con una cámara de Super 8.

Tenían mucho...

Él, Saura, Patino, Picazo...

Eran una generación técnicamente muy sólida

y con una personalidad cada uno de ellos, muy acusada.

Summers tenía algo que le distinguía, que era humor.

Humor negro, pero mucho humor.

En el festival, por lo que se cuenta, sorprendió muchísimo,

como sorprendían todas estas nuevas películas,

como sorprendió igualmente "Nueve cartas a Berta"

otro año, también en San Sebastián, donde fue premiada.

O "La tía Tula", que también fue premiada en San Sebastián.

Era un momento muy bueno para el cine español

donde se estaban dejando atrás las miserias del cine de posguerra,

donde había películas estupendas, como "Hay un camino a la derecha",

pero que todavía tenían las garras de la censura,

la suciedad de las garras de la censura,

y estas películas se fueron liberando de ellas.

Eran frescas.

Asier, no sé si habías visto ya "Del rosa al amarillo".

¿Qué lectura haces?

Sobre todo que está contada con imágenes.

Es una cosa que parece que se nos olvida,

hacer cine con mucho lenguaje visual, muy bien contada.

La ironía, sobre todo me acuerdo de una secuencia

en la que muere el señor que está en la silla de ruedas

y de repente se queda ahí tieso.

Todos se ponen alrededor de él,

y al final el que va con las muletas se queda con la silla.

Cuentas en un momento que la vida y la muerte,

la línea que las separa es muy delgada.

Y luego, las caras de todos los figurantes.

Personajes reales que están alrededor en ese asilo.

No tiene pinta de que sean actores, si no que es gente de la calle.

Ver esos caretos es un lujo.

Vamos a hablar de la película del miércoles,

"Mamá cumple cien años".

Abuela, ¿qué pasará con la finca cuando tú te mueras?

¡Carlota!

Carlota, no tienes vergüenza.

En 1979 es cuando Carlos Saura

va por primera vez al Festival con un largometraje,

porque ya había estado con un corto.

Estuvo en el 58 con "Cuenca".

Y bueno, me imagino que se debía

a que él estaba presente en otros festivales internacionales,

por ejemplo Cannes.

Sí, claro. Saura empezó su carrera en Berlín y en Cannes.

En España no se le hacía mucho caso.

La verdad es que al cabo de los años

se le sigue sin hacer el suficiente caso a Saura.

La película en San Sebastián, ahí sí estuve yo ya,

como espectador,

y la proyección de noche fue suspendida, fue interrumpida,

cuando le faltaban a la película cinco minutos

por una amenaza de bomba.

Estábamos cenando Carlos y yo en la parte vieja

y vino alguien que no recuerdo quién era y dijo:

"Han interrumpido la proyección,

iros al Victoria Eugenia".

Fuimos a toda velocidad y estaba saliendo todo el mundo.

Y hubo uno...

Yo entré y Carlos también, y vino un policía y me dice:

"Hay que salir, fuera".

Y yo dije: "No, yo el último. Soy el productor de la película".

Eran unos años muy convulsos en el País Vasco.

Y en el cine español se notaba también.

Y en el Festival de San Sebastián muy especialmente

porque ese mismo año se proyectó "El proceso de Burgos"

que también organizó no pocos follones.

De todas formas, la película,

independientemente del éxito o no que tuviese en San Sebastián,

fue luego candidata al Óscar de Hollywood

como mejor película de habla no inglesa.

Y eso reconoció unos méritos

que quizás en San Sebastián por culpa de la puñetera bomba

no se pudo apreciar.

Aquí Saura recupera esos personajes,

esa casona que ya nos había mostrado en "Ana y los lobos".

Lo que pasa es que aquí hay más humor, más comedia.

(JUANMA) Sí, pero también esperaba un Saura más serio, intelectual,

y de repente me empiezan a recordar muchas de las escenas, a Buñuel.

Me recuerda a ese surrealismo extraño,

esas escenas que de repente no sabes cómo van a discurrir.

Se paraliza la acción

y se queda la cámara girando alrededor

viendo como un espectador aquella acción.

A mí me ha sorprendido mucho.

Es una película chocante

y que yo creo que también fue un "shock" en el propio festival.

Quizás me han gustado menos los diferentes tonos interpretativos.

Los notas, hay algunos que están en un tono muy realista

y otros están en un tono más teatral.

Eso quizás es una cosa que le achacaría,

que para mí le hace perder ese realismo.

¡Qué bonito!

Ya te estás quitando ese vestido, es una indecencia.

Natalia, hazle caso a mamá, ese traje es una indecencia

y no puedes disgustar a la abuela.

Quítate ese vestido.

(RODRIGO) Siempre he tenido la sensación de que Saura...

que hizo una peli tan redonda y tan simbólica o metafórica

de lo que era España en... ¿De qué año es "Ana y los lobos"?

Del 72 o así. (DIEGO) Del 73 o por ahí.

Sí. Bueno, es justo...

Pasan siete años.

Franco murió en el 75, para mí tiene una deuda con:

"Ahora quiero contar la España post-muerte de Franco",

y por eso hace dos películas, creo yo, es mi interpretación,

con los mismos personajes, con la misma temática,

con los mismos símbolos, por así decirlo,

pero con un tono totalmente distinto,

que es lo que yo creo que él podría pensar

que le estaba pasando a España,

una liberalización después de la muerte de Franco.

Yo creo que esta película es una de las de mayor libertad

de las que ha hecho en su vida,

ha hecho lo que le ha dado la gana,

se ha reído con las cosas que le han apetecido.

Y no ha necesitado para nada

que hubiese una lógica en los acontecimientos,

ni en los personajes.

Y que se mezclaran los histriónicos con los naturalistas,

que hubiese una mezcla de todo,

del cacao que podía ser la España del momento,

que no ha cambiado tanto.

Pero está ahí todavía la sombra de Franco,

en este caso la madre, omnipotente, que los hijos quieren matar

para hacerse ricos y renovar esa casa.

Yo creo que la disculpa de "Ana y los lobos"

no es más que una disculpa.

Que esta es una película completamente independiente,

que toma referencia de la película anterior,

pero a la que no le debe nada.

De hecho en "Ana y los lobos", a Ana la matan, acaba muertísima.

Y aquí vuelve como si no hubiera pasado nada.

¿Que no tiene nada que ver con la película?

No tienen que ver. Los personajes, la casa es la misma,

Pero ni las situaciones ni nada, no tiene nada que ver.

Esto es un acto de libertad total.

Rodrigo discrepa. Totalmente.

(RÍE)

¿Tú sí la ves como continuación? No puedo discrepar con él.

Seguramente él tiene la razón. Es tu percepción.

Sí, creo que son dos películas que tienen mucho que ver entre sí.

De toda la filmografía de Saura será las dos que más tienen que ver.

Estoy de acuerdo contigo en que el tono es distinto,

pero creo que eso es lo justo lo que cambia, realmente.

Porque si no no habría querido coger o hacer ese esfuerzo...

(RODRIGO) ¿Cómo decirlo?

Un esfuerzo narrativo que es resucitar a un personaje

que ha matado hace unas cuantas películas.

Entonces, para mí como cineasta, creo que eso es un esfuerzo bestial.

Resucita a un personaje solo para contar esta historia

que tiene que estar contada en esta casa con esta madre,

con estos personajes.

De hecho, puede que se desmitifique todo un poco, pero...

Lo que tú decías, que es totalmente cierto,

que los actores están en tonos distintos,

hay una obligatoriedad de coger a los mismos actores años después,

que a lo mejor no los hubiera cogido

si no tenían que representar los mismos personajes.

Esta película no la había visto hasta el programa,

y la verdad es que me ha sorprendido muchísimo,

sobre todo por lo que ha dicho Juanma,

esas secuencias surrealistas,

que de repente la cámara empieza a volar

y esos sonidos también, cómo juega con eso.

Y cosas arriesgadas, realmente.

Estar en la cueva y de repente oír la voz de Rafaela Aparicio

y que se algo totalmente natural,

y que funciona narrativamente perfectamente,

o Fernán Gómez hablando con su madre, y hay momentos en los que habla,

y hay momentos en los que no habla, solo pone caras y se escucha su voz.

Yo me he quedado sorprendido de cómo se ha atrevido a hacerlo

y sobre todo cómo ha funcionado.

(MADRE) "Mis hijos me quieren matar,

y solo tú puedes salvarme".

Estamos hablando del año 79.

Ganó el premio especial del jurado.

Y ese año Sigourney Weaver está presente en San Sebastián,

presentando "Alien" de Ridley Scott.

Quiero sacar a Sigourney Weaver

porque este año es el premio Donostia.

¿Qué os ha parecido la noticia?

¿Qué os parece como actriz?

Pedazo de actriz.

Es un lujo que esté en Donosti, y creo que es un premio muy merecido.

Es una cara que siempre ha gustado en todas las películas que ha hecho.

(PRESENTADORA) Con todos ustedes, Sigourney Weaver.

(Aplausos)

Tú eras un niño que nació en 1986,

tú eras director del festival.

Tuviste mucho que ver en la creación de ese premio.

¿Con qué objetivo nació y cómo has visto su evolución?

El premio Donostia nació casi por casualidad.

La secretaria general del festival, Pilar Olascoaga,

que ha fallecido este año,

y que era un poco la dueña del festival.

Confesó una vez que se había pasado la vida

enamorada cinematográficamente de Gregory Peck.

Pues a ver si conseguimos que venga Gregory Peck

y le damos este regalo a esta buena mujer.

(RÍEN)

Se pusieron en contacto con Gregory Peck,

y Gregory Peck dijo: "¿Por qué voy a ir?".

"Para recibir un premio, el premio Donostia".

Y así se quedó bautizado el premio Donostia para Gregory Peck.

Lo malo es que al año siguiente la gente dijo: ¿Quién será este año?

Y ya dijimos: "Hay que traer a otro".

Y así se creó la tradición del premio Donostia.

¿Quién fue el siguiente año? El siguiente fue Glenn Ford.

Luego Vittorio Gassman, luego Bette Davis.

Y ahí yo dimití.

Bette Davis es la que recuerdas como la gran estrella.

Pero es más por mi edad.

Bette Davis era una gran estrella,

y su presencia en San Sebastián fue inolvidable

porque, entre otras cosas, se murió 15 días más tarde.

Es decir, llegó in articulo mortis.

Estaba muy mal físicamente la mujer.

Y su entereza, su profesionalidad,

de salir ante el público hecha una gran estrella,

cuando estaba muriéndose y con unos dolores tremebundos,

eso es inolvidable.

En el año 88 continuabas siendo el director del festival.

Es cuando se presenta la película que vimos ayer jueves,

"Remando al viento", de Gonzalo Suárez.

Voy a cantaros un canto albanés.

Os pido mucha atención y silencio.

Es un canto muy antiguo de las montañas de Albania.

Cantad conmigo.

(GRITA)

Se alza con la Concha de Plata.

¿Cómo recuerdas el paso de "Remando al viento"

por el festival?

Porque creo que fue unánime.

(DIEGO) Fue como una bomba, realmente.

La película gustó, siendo como es una película difícil, rara.

No es una película al uso.

Gustó muchísimo a todo el mundo.

Los críticos enloquecieron.

Y el público también.

La ovación de "Remando al viento" fue estupenda.

Vista ahora de nuevo la película,

me sigue pareciendo sorprendente ese éxito

porque insisto en que me parece una película atípica, rara,

e incluso difícil.

Pero luego tuvo un éxito popular en las pantallas comerciales.

Pero en fin, esos fenómenos se dan en el cine también.

Y la película lo merece, desde luego.

Todo en esta película remite al romanticismo,

esa atmósfera que crea tan bien Gonzalo.

Sí, vamos. Es una película sobre, por y para el romanticismo.

(RODRIGO) A mí me recordaba a una...

De todas las pelis que hemos visto estos cinco días,

para mí es la más parecida a una obra de arte.

O la menos "película", por así decirlo.

Me parece mucho más libre esta película

que "Mamá cumple 100 años". -Las dos son bastante libres.

Las dos son bastante libres, totalmente.

-A mí esta me parece un poco más. -Es discutidor este hombre.

A mí me gusta, en un coloquio hay que discutir.

Creía que era una discusión, ¿esto es un coloquio?

(RÍEN) Ahora empezamos discutir.

(ASIER) Ahora nos calentamos.

Sí, bueno, es que es eso.

Gonzalo quería contar el romanticismo,

aparte de otras muchas cosas,

por eso la peli es tan completa y profunda,

y por eso supongo que gustó tanto.

Pero estoy totalmente de acuerdo contigo

en que es extraño que triunfase tanto.

Pero un romanticismo nada amanerado,

como nos tiene acostumbrado Hollywood e incluso el cine británico.

Aquí hablamos de una obra de arte, la definición es esa.

Aun no entendiendo la simbología que estás viendo

y un poco ese tono intelectual

que Gonzalo imprime a todo lo que hace,

la belleza supera a todo lo demás.

Estás abrumado ante la belleza de lo que estás viendo

y el talento de las ideas que van surgiendo,

y de todo el trabajo que hay puesto

de actores, vestuario, decoración, fotografía...

Vamos ya con la década de los 90 y hablamos de "Alas de mariposa",

que es la película que hemos visto esta noche.

Llegas a San Sebastián...

Bueno, eres seleccionado, que eso ya es un premio.

Pero siendo un joven de 24 años,

te conviertes en el director más joven

de la historia del festival en ganar la Concha de Oro,

que es el premio gordo del festival.

Sensaciones, ¿cómo lo viviste? ¿Qué supuso?

(JUANMA) Pues fue una cosa muy traumática

en varios niveles.

En lo positivo y en lo negativo.

En lo positivo, porque yo estaba en una situación muy terrible.

Económicamente había habido una hipoteca de mi casa

para hacer la película.

No veía salida porque era un cine complicado de vender.

Yo no sabía qué iba a pasar con la película.

De hecho, la única conexión que tenía con el cine profesional

era Fernando Trueba, colaborador.

Como asociado de la película.

Yo le dije: "¿Qué podemos hacer?".

Dice: "Va a ser difícil, como no ganes la Concha de Oro...".

Me lo dijo de broma.

Y dije yo: "Pues vamos a intentarlo, vamos al festival".

Mi inocencia, ignorancia y osadía, unidas.

Y efectivamente, el festival seleccionó la película,

y nos encontramos allí,

siendo la primera película que se proyectó el primer día.

Con lo cual, fue también algo que no esperábamos.

No pensábamos que fuera positivo pasarla el primer día,

sin embargo eso se fue agrandando.

La gente empezaba a hablar de la película día tras día,

y se convirtió en la película más mencionada.

Luego, mi golpe con la realidad del cine español...

Yo venía del mundo del Super 8, del cortometraje,

de un mundo de "yo me lo hago, yo me lo guiso",

en Vitoria no tenía mucha información de lo que era el cine profesional,

y la industria del cine español, o la pseudoindustria.

Y ese encontrarme con la realidad

fue una realidad hostil para mí.

Aquello yo creo que fue algo que me marcó mucho.

No fui consciente de qué significaba ganar el premio tan joven.

Luego me he dado cuenta del peso que ha significado

y de lo que cuesta, además.

Entonces sí que pensaba que era algo más...

No voy a decir "sencillo", porque no lo fue,

pero sí que era algo que ocurre, pero luego vi que no es así.

Que ocurrió, como si te toca la lotería.

(ASIER) Yo me acuerdo, cuando se estrenó en el festival,

yo era estudiante de cine,

y la verdad es que me impresionó muchísimo.

Me acuerdo que también nos impresionaba Juanma.

Era como un héroe para nosotros

porque era de nuestra edad, veintipocos años.

Y de repente está haciendo este tipo de películas. Mucho nivel.

Creo que fue importante también

ver esas pelis en cuanto a realización,

tratamiento de sonido, actores...

Creo que es una película que está muy bien.

Y la verdad es que volver a verla ha sido un placer.

Papá, es un varón.

¿Lo oyes?

Tenemos un hijo.

Asistimos a ese cambio,

a esa metamorfosis de la protagonista.

Y una cosa bonita es que no emite ningún juicio de valor.

Nos plantea lo que está sucediendo,

pero el director no nos guía hacia ninguna conclusión.

Sí, totalmente de acuerdo con él.

Creo que la película... Discutiré contigo ahora.

(RÍE) La película exige poco por eso,

porque creo que es sencillísimo entrar y no apartar la mirada.

Desde el principio de la película

estás atrapado y obsesionado con esa familia, con esa madre,

con esa hija...

Pero sí, lo del juicio de valor, por supuesto.

Creo que es una de las...

Parece fácil de decir, pero es difícil de hacer.

Creo que es una de las reglas para cualquier cineasta

cuando estás contando unas historias así.

No emitir juicios de valor y dejar al espectador

que saque sus propias conclusiones.

Y bueno, yo destacaría eso.

Para mí la primera parte de la película es perfecta

hasta que hay una elipsis.

Y el final, de lo más importante en una peli,

también me parece de una inteligencia y de un talento bestial.

Enhorabuena, que no te lo he dicho. (RÍE)

Gracias.

Me parece fascinante, sobre todo la primera parte,

con esos ojos de esa niña.

La segunda tampoco está mal, pero me atrae,

me atrapa la película,

pero estoy incómodo, estoy inquieto,

asustado incluso.

Habla de inquietud.

Yo consideraba entonces ya el suspense

como la piedra angular del cine.

Lo consideraba como la sal del cine,

la sal con la que aderezas los platos.

Y pensaba que debía estar no solo en las secuencias,

sino en cada plano.

Yo intento buscar el suspense en cada instante.

El suspense no está solamente

en la mano que va a abrir la puerta y va a descubrir algo,

en el hacha que avanza por un pasillo

y tal vez va a matar a alguien,

sino en el beso que no sabes si se van a dar dos amantes.

Es no saber qué va a ocurrir

y tener al espectador pendiente de lo siguiente que vas a contarle.

Es la forma, yo creo, de atrapar al espectador

y en cierto modo es la obligación del cineasta.

Tienes una serie de elementos para obtenerlo.

Tienes los actores, tienes el sonido,

tienes la música, tienes el silencio,

tienes el decorado, tienes el vestuario...

Muchas veces el diálogo, que antes hablaba Asier de ello,

es un elemento que se usa un poco a la ligera

para tapar, a veces, una carencia narrativa.

Pero yo creo más en el poder audiovisual,

de las imágenes y de los sonidos, y a veces del silencio,

más que en la narración que te obliga a estar escuchando,

que eso lo puede hacer un libro o lo puede hacer el teatro,

lo pueden hacer otras artes.

Comenzamos con el premio Volkswagen de la juventud.

El jurado de la juventud ha concedido el premio

a la película "Aupa Etxebeste", de Asier Altuna y Telmo Esnal.

Has estado en dos ocasiones en el Festival de San Sebastián.

Recurro a la chuleta.

En 2005, premio EZAE de la juventud por "Aupa Etxebeste".

Era una película que codirigías con Telmo Esnal.

Y en 2015, que pudimos ver "Amama".

Estaba en sección oficial,

y te llevaste ese premio Irízar.

¿Qué ha significado ese paso?

Y bueno, tu experiencia de estar en una plataforma,

en un certamen como el de San Sebastián.

Siempre hemos estado muy cerca del festival.

Casi todos mis cortos se han proyectado allí.

Y bueno, la primera experiencia fue excepcional.

El estar con "Aupa Etxebeste", una comedia.

Nuestra primera peli, ópera prima, y de repente estar en Zabaltegi,

ganamos el premio de la juventud.

Anjelica Huston nos dio el premio.

Telmo y yo abrazados a ella...

Un muy buen recuerdo.

Y luego, "Amama", es ya la segunda peli

y es un poco más intimista, una apuesta más personal.

Sección oficial y a concurso.

Pues bueno, un lujo.

Yo siento que el festival siempre lo hemos tenido detrás.

Nos ha apoyado, nos ha dado confianza,

y eso creo que te ayuda muchísimo como cineasta

a hacer películas, a seguir pensando en películas,

e intentar hacerlas lo mejor posible para volver a estar ahí.

Y bueno, yo me siento un afortunado, la verdad.

-Anima a hacer cine, además. -Sí.

Te anima.

Vamos a hablar de la edición de este año.

Hay tres películas españolas

que están en sección oficial, a concurso.

Una es la última de Alberto Rodríguez,

"El hombre de las mil caras".

Está la de Jonás Trueba, "La reconquista".

Y la de Rodrigo, "Que Dios nos perdone".

Me imagino que has visto bien

cuáles son los títulos con los que compites.

No sé qué sensaciones tienes, ¿cómo lo ves?

Bueno, no intento fijarme.

Quiero decir, son peliculones

y tengo muchísimas ganas de verlas todas.

Pero bueno, solo estar ahí ya es el premio.

Parece tópico, pero es lo que decías tú.

Es así.

Ahora mismo, para mí, supone una alegría y un honor

participar en esta edición del Festival de San Sebastián.

Pero luego espero que sea lo que decíamos: una plataforma.

Se supone que lo es.

Yo todavía no lo he vivido y espero que así sea

para que la película tenga un recorrido mejor.

Mañana conoceremos el palmarés de San Sebastián.

Vamos a hablar también de "Manda huevos",

película que está en sección oficial como proyección especial.

Es un documental.

Ya lo presentaste en su día con la pata quebrada.

Sí.

En aquella ocasión ponías la vista en ellas,

y ahora en los hombres y el reflejo en nuestro cine.

Sí, yo creo que las dos son una radiografía del país.

Que sean mujeres u hombres son los "macguffins"

que se utilizan para que tenga una pequeña lógica todo aquello,

pero que son la crónica de lo que ha sido nuestro país

desde la posguerra hasta nuestros días,

visto a través del cine.

Del cine español exclusivamente.

¡Manda huevos!

¡Viva el segundo plan de desarrollo!

(OZORES) Las suecas enloquecen por los españoles.

¡Somos unos machos!

Este es el año que más películas vascas

están en la sección Zinemira.

Una de esas películas la has escrito y dirigido tú.

Es "Rocanroles".

La excusa es el festival de rock Azkena Rock Festival de Vitoria.

Es un festival del rock de raíces.

Tiene ya mucho prestigio, empezó en el año 2002.

A mí me encargan en el 2010

hacer, de alguna forma, una retrospectiva

de los diez primeros años, del décimo aniversario.

(Música rock)

Historia de nuestro cine - Coloquio: Festival de Cine de San Sebastián - ver ahora

La 2 emitirá sus documentales

La 2 de TVE emitirá este lunes el documental de Diego Galán Con la pata quebradauna mirada a la imagen de la mujer en el cine español, para rendir tributo al crítico y cineasta fallecido hoy a los 72 años de edad.La emisión será a las 23:45 horas.

Próximamente, la cadena tiene previsto estrenar su último documental, Manda huevos,  dedicado a los prototipos masculinos en el cine.

Con la pata quebrada es un recorrido por la imagen de la mujer que ha reflejado el cine español a través del tiempo, desde la II República hasta casi la actualidad. La película estuvo nominada al Goya y obtuvo el Premio Platino a mejor documental iberoamericano en 2013 y analiza con un montaje dinámico y humor fragmentos de 180 películas significativas y algunos documentales.

Manda huevos, también dirigido por Diego Galán, nació como una prolongación del anterior y muestra de qué forma el cine español ha reflejado la figura del varón desde la posguerra hasta hoy.