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'Cadáver exquisito', una aguda reflexión de Pénélope Bagieu sobre el éxito a cualquier precio

  • Es el sorprendente debut de la joven autora francesa
  • Narra la relación entre una azafata y un escritor que esconde un secreto

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Viñetas de 'Cadáver exquisito', de Pénélope Bagieu
Viñetas de 'Cadáver exquisito', de Pénélope Bagieu

Cadáver exquisito o cadavre exquis en francés es una técnica usada por los surrealistas (en 1925), y se basa en un viejo juego de mesa llamado "consecuencias" en el cual los jugadores escriben por turno en una hoja de papel, la doblan para cubrir parte de la escritura, y después la pasan al siguiente jugador para que escriba sin poder ver lo anterior. De esta forma al final se consigue una frase sin sentido pero que, supuestamente, puede revelar la realidad inconsciente del grupo que la había creado.

Cadáver exquisito (Norma Editorial) es el sorprendente debut en cómic de Pénélope Bagieu, una joven que retrata, con ironía, la sociedad contemporánea y la persecución de sueños inalcanzables.

Y tiene mucho que ver con el juego de los surrealistas, aunque también tiene un significado mucho más directo que no podemos comentar aquí sin destripar una de las grandes sorpresas del cómic. De esta forma, el argumento va dando giros continuamente sin saber nunca hacia donde nos dirigimos, como si se hubiera usado la técnica de los surrealistas. Pero sólo en apariencia.

Una historia que parece una cosa y acaba siendo otra

Zoe, la protagonista, es un desastre, trabaja en una agencia de azafatas y no tiene ningún objetivo en la vida, su novio está parado y se pasa todo el día en el sofá viendo la tele y tirándose pedos. Pero su vida cambia cuando conoce a un tímido escritor, con delirios de grandeza, que vive encerrado en su casa y que esconde un secreto.

Ambos inician una relación basada más en la necesidad de compañía que en otra cosa.

Esa relación de ambos personajes entre sí y con la editora del escritor, con la que comparte un pasado, es el motor de la historia, que no deja de depararnos sorpresas, como si cada uno de los surrealistas que jugaban al Cadáver Exquisito (como Robert Desnos, Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara) escribieran una parte del argumento.

Pero a diferencia de ellos y a pesar de todos esos giros argumentales, Pénélope Bagieu sabe muy bien hacia donde nos lleva. Y su historia tiene un final tan lógico como sorprendente.

Además es una intersante historia de ambición y de la persecución del éxito a cualquier precio, aunque no podemos desvelar más detalles sin revelar una de los giros más inexperados.

Gran parte del éxito de esta novela gráfica se debe a los expresivos dibujos de Pénélope, en apariencia sencillos, pero dotados de una gran fuerza. Las muecas de la protagonista consiguen que nos identifiquemos con ella al momento.

Una joven autora con un futuro prometedor

Pénélope Bagieu (París 1982) estudió cine de animación y en 2007 creó un blog "Ma vie est touta fait fascinante" en el que exponía su vida cuotidiana con mucho sentido del humor. Tal fue su éxito que la megaestrella del cómic francés Joann Sfar se fijó en ella dándole la oportunidad de trabajar para una gran editorial.

Después ha ilustrado numerosas cubiertas de novelas y revistas, ha trabajado para grandes campañas publicitarias e incluso diseña una línea de lencería.

Cadáver exquisito es su primera novela gráfica que le ha permitido entrar a lo grande en la industria. Al menos ella ha tenido más fácil lo de conseguir su sueño.