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Rasmussen: "La OTAN no ha formado parte del suministro de armas francés a los rebeldes libios"

  • El secretario general de la OTAN niega toda implicación en la operación
  • Asegura que no tiene constancia de que otros países hayan seguido a Francia

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La OTAN ha dejado claro este jueves, de nuevo, que no ha formado parte de la operación francesa de aportar armas a los rebeldes libios, según ha comunicado el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.

Además, Rasmussen, en declaraciones a periodistas durante su visita a Viena, también ha asegurado que no dispone de ninguna información que apunte que algún otro país haya procedido a la entrega de armas a los insurgentes.

Francia se convirtió el pasado el miércoles en el primer país de la OTAN a reconocer abiertamente que había procedido a armar a los rebeldes que buscan derrocar Muammar Gaddafi, que ha resistido hasta ahora a una campaña de bombardeos de tres meses.

Pese a ello, Rasmussen insiste en que la OTAN está actuando en Libia "para proteger a la población civil de ataques (del régimen del coronel Muamar Gadafi)".

"La misión de la OTAN es muy clara. En estricta conformidad con el mandato de la ONU hemos impuesto la zona de exclusión aérea, el embargo de armas y la protección de los civiles", ha aseverado Rasmussen, quien no ha querido entrar en más detalles al respecto.

Por otra parte, Rasmussen también ha rechazado las preocupaciones de algunos países miembros de la OTAN, como Holanda, que han advertido de una posible ampliación de los objetivos de la misión de la Alianza en Libia.

"No hay una ampliación de la misión y nunca la habrá. La misión está definida por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero por supuesto vamos a seguir adaptando nuestra estrategia según los acontecimiento sobre el terreno", ha explicado el responsable de la Alianza Atlántica.

Rechazo de los rebeldes

En el mismo escenario que Rasmussen, Viena, el líder político de los rebeldes libios, Mahmud Jebril, ha manifestado que no desea ningún tipo de intromisión exterior para poner en práctica la orden de captura internacional contra el coronel Muamar el Gafadi.

Es "un asunto del pueblo libio y de la resistencia movilizar las fuerzas para aplicar la orden de captura", ha explicado el responsable máximo del Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia en una rueda de prensa ofrecida tras reunirse con el ministro de Exteriores austríaco, Michael Spindelegger.

"No queremos ninguna intromisión de fuera para ponerla en práctica", ha insistido Jebril ante los periodistas.

Esta semana, la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido en La Haya órdenes de captura contra Gadafi, uno de sus hijos y un cuñado.

El líder rebelde, que actúa como primer ministro y ministro de Exteriores de la resistencia libia, ha asegurado que la orden de captura demuestra que "existe en la comunidad internacional la convicción de que Gadafi cometió crímenes contra la humanidad".

En ese sentido, ha instado a los presidentes de la Unión Africana, reunidos este jueves en Kenia, "a tomar una posición clara al respecto".

Ayudas pendientes

En cuanto al envío de armas para los rebeldes de parte de Francia, Jebril ha asegurado que "lo que realmente hace la diferencia es el valor de los rebeldes y la convicción de seguir adelante, sea cual sea el precio".

"Si les dan armas para poder decidir el conflicto, demarraremos menos sangre y antes podremos pensar en el futuro del país", dijo.

Por su parte, Spindelegger también ha destacado que Austria reconoce al CNT como "legítimo representante del pueblo libio".

"Para nosotros el doctor Jebril es con quién vamos a hablar sobre la Libia del futuro", ha asegurado el ministro austríaco.

En cuanto al envío francés de armas, Spindelegger ha señalado que para Viena "lo importante es cumplir el marco jurídico establecido en las resoluciones (de la ONU)".

Por otro lado, Jebril ha reconocido que por ahora los rebeldes no están en condiciones de vender petróleo, ya que muchas instalaciones petrolíferas han sido dañadas o destruidas por las fuerzas de Gadafi.