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Silencio, oraciones y llantos en los actos de homenaje a las víctimas del terremoto de Haití

  • La jornada ha sido declarada "de recuerdo y de recogimiento"
  • El nuevo saldo de muertos es de 316.000, según el primer ministro haitiano

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Haití sigue recordando a sus muertos en el primer aniversario del terremoto

A las 16.53 hora local (22.53 hora peninsular española), justo cuando se cumplía exactamente un año del devastador terremoto que les cambió la vida, los haitianos han guardado un minuto de silencio en todo el territorio nacional, a lo que ha seguido un toque "de llamada a los muertos", mientras se han liberado centenares de globos blancos.

Unos minutos antes de que se cumpliera la hora exacta en la que tembló la tierra, cientos de globos blancos comenzaron a elevarse sobre las montañas situadas al sureste de Puerto Príncipe y, justo cuando llegó la hora, el silencio de los haitianos completó la escena.

Vestidos en su mayoría de blanco y negro, sus colores  ceremoniales, muchos haitianos han dejado a un lado sus actividades  cotidianas para consagrarse a recordar a sus parientes y allegados  fallecidos en el primer aniversario del "infierno".

La jornada, declarada como no laborable, ha estado por entera dedicada al recuerdo del seísmo. Una catástrofe natural que la ONU ha considerado como "la más mortal de la historia en un medio urbano".

Hoy no es un día cualquiera en Puerto Príncipe y se notaba en sus calles medio desiertas por la mañana cuando los haitianos se han reunido en la intimidad para rendir homenaje a los 300.000 compatriotas -316.000 según el último saldo- que murieron a causa del seísmo de intensidad 7,3 el 12 de enero de 2010.  La nueva cifra de muertos facilitada por el primer ministro haitiano incrementa en 70.000 el número de muertos por el terremoto.

A lo largo del día la gente se ha ido concentrando en iglesias para rezar por sus muertos, mientras las calles seguían en silencio, roto a veces por los lloros y cánticos de las ceremonias.

"Por primera vez, veo un día verdaderamente dedicado" a la memoria de las víctimas del terremoto, ha afirmado un joven llamado Ricardo, al constatar que los grandes y medianos comercios formales estaban cerrados en esta jornada no laborable, declarada por el Gobierno "día de recuerdo y de recogimiento".

Hasta los supermercados, que normalmente permanecen abiertos en días festivos, están este miércoles cerrados, mientras que las estaciones de gasolina trabajan sólo media jornada.

Pocos vendedores informales salieron a las calles a ofrecer sus productos habituales: tarjetas telefónicas, comida o frutas, mientras que los mercados públicos quedaron casi vacíos.

Rezan para que acabe la "pesadilla"...

El centro de la capital, la plaza del Champ de Mars, que antes de la catástrofe era el parque histórico de la ciudad y después se llenó de carpas de desplazados por el terremoto, ha sido el mayor lugar de concentración.

"Rezo para que Dios nos de comida y techo. Espero que nuestra  pesadilla haya acabada para siempre", implora Maryse Edme, de  40 años, que desde hace un año vive en un refugio improvisado en la capital haitiana.

No lejos de este parque, la catedral en ruinas ha acogida una misa de más de dos horas con la participación de representantes de varias confesiones.

Actos parecidos se han celebrado en otros lugares, en diferentes iglesias de la capital, donde miles de haitianos se congregaron para orar, mientras abrían sus brazos para elevar sus plegarias a Dios.

...y también críticas para Gobierno, ONU y ONG

Además de rezar, los haitianos han aprovechado este día para protestar contra el Gobierno, la ONU y las ONG extranjeras por su mala gestión en la distribución de la ayuda humanitaria que les ha condenado a malvivir en unas condiciones miserables.

En una de las pancartas condenaban la "ocupación" de Haití, mientras en otras se critica que "las ONG malgastan el dinero". 

"Si la reconstrucción fuera seria, esta misa estaría celebrándose detro de una iglesia reconstruida", ha censurado Carla Fleuriven, de 19 años, refiriéndose a la maltrecha catedral de Puerto Príncipe.

Ceremonias y rituales en todo el país

La ceremonia religiosa de la catedral católica ha sido presidida por el cardenal guineano Robert Sarah, presidente de la Pontificia 'Cor Unum', delegado del Papa Benedicto XVI.

El prelado africano ha trasladado el "afecto del Papa" al pueblo haitiano en presencia de oficiales del gobierno, como el primer ministro, Jean-Max Bellerive, miembros del gabinete, senadores y la primera dama, Elisabeth Delatour Préval.

La misa ha sido retransmitida por diferentes medios de comunicación, que también ofrecen este miércoles programas especiales con música acorde a las circunstancias y momentos para mencionar los nombres de algunos fallecidos.

Yolette, que perdió a su madre cuando se derrumbó su casa en Bourdon (sector este), ha señalado que aunque no se realiza ceremonia en Saint-Christophe (al norte de la capital), donde este martes hubo un acto conmemorativo ante la fosa común de más de 200.000 de los fallecidos,  ha querido acudir a ese lugar para quedarse "sola con los muertos".

En varios lugares donde cayeron grandes edificios, como la Universidad de Puerto Príncipe o la Facultad de Lingüística, ciudadanos anónimos han dejado ramos de flores.

La "llamada a los muertos"

Una ceremonia oficial se ha celebrado de forma paralela en Champ de Mars para colocar la primera piedra del "memorial de Puerto Príncipe" en presencia del presidente del país, René Préval, miembros de su gobierno y el enviado especial de la ONU, el ex presidente estadounidense Bill Clinton.

El ingeniero Chenet Gilbert, encargado de la construcción del memorial, ha precisado que será construido con cemento de los escombros que causó el terremoto.

Los actos conmemorativos se celebran este miércoles en diferentes puntos del país, donde se han programado ceremonias particulares por iniciativa de diferentes grupos y organizaciones, así como exposiciones y encuentros culturales.

El gobierno haitiano ha invitado a sumarse a los cerca de cuatro millones de haitianos que residen en el extranjero a los actos conmemorativos, que incluyen el izado de banderas a media asta, el porte de distintivos negros, conferencias y charlas.

Actos de homenaje en otros países

Pero no solo en Haití se han sucedido los actos de recuerdo a las víctimas. En Santo Domingo, el presidente dominicano, Leonel Fernández, y su esposa, Margarita Cedeño, han encabezado un homenaje en las escalinatas del Palacio Nacional donde, junto a empleados y funcionarios, han guardado un minuto de silencio, mientras un teniente de la guardia presidencial ha interpretado un himno fúnebre.

En Estados Unidos, los principales actos se han realizado en Miami, donde se ha rendido homenaje a aquellas personas que ayudaron en las labores de rescate tras el seísmo, y se ha inaugurado un mural con escenas de la historia y la cultura de Haití.