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Música, descansa en paz

  • Se cumplen 51 años de la muerte de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Booper
  • La canción "American Pie" de Don McLean lo llamó 'El día que murió la música'

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La muerte de Buddy Holly y Ritchie Valens (1959)

"La vida es eso que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes", decía John Lennon. A veces todo se encamina para que las cosas salgan bien, pero los seres humanos no tienen control sobre eso a lo que algunos llaman destino, otros llaman suerte (buena o mala), o simplemente eso... vida.

Hay ocasiones en las que todo indica que has conocido al amor de tu vida, que tendrás el trabajo de tus sueños, o que debido a tu talento, el éxito terminará llamando a tus puertas. Pero el "todo indica" es una frase hecha desconfiable y traicionera. Si no, que se lo digan a Ritchie Valens, J.P. Richardson 'The Big Booper' y a J.P. Richardson 'The Big Booper'Buddy Holly.

Para el 3 de febrero de 1959, estos tres jóvenes habían conseguido mucho más que los chicos de su generación, e incluso mucho más que los músicos de su época. Pero las paradojas de la vida también quisieron que fuera aquel día en el que el saltaran por los aires el "todo indica" y la avioneta en la que viajaban los tres. Fue durante la gira que llevaban a cabo los tres músicos, y aquel fue entonces cuando un campo de maíz de Iowa se convirtió en un lugar de peregrinación... Fue, el día que la música murió.

Así fue como lo denominó el neoyorquino Don McLean en la canción 'American Pie', esa misma que luego malograría Madonna con sus bailecitos para la banda sonora de la película 'The Next Big Thing'. Lo cierto es que a lo largo de los últimos años, ha sido la misma industria discográfica la que más ha malogrado la música, pero resulta épico pensar que con cada gran artista, se pierde un trozo de la esencia musical de la humanidad. Ya lo dicen en Sevilla: "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va".

Un maldito cúmulo de casualidades

La muerte de estos tres jóvenes músicos no está exenta de leyendas urbanas a su alrededor. Sobre las causas del accidente se dice mucho, aunque la historia previa queda muy clara. El 'Winter Dance Party' era una gira de conciertos que debía cubrir 24 ciudades del Medio Oeste estadounidense y que tenía como protagonistas a Holly -22 años-, Valens -17 años- y Richardson -28 años-. Iowa no era una de las paradas originales de la gira, pero los promotores tenían la fecha libre y se pusieron en contacto con un empresario local que contrató el espectáculo para el 2 de febrero de aquel año.

El cúmulo de casualidades crece cuando días antes, la calefacción del autobús que transportaba a la banda se estropeó, incluso mandando al hospital al baterista de Holly por la congelación de sus pies. Aquel día, al acabar el show, la banda decidió alquilar un avión para llegar a su próxima parada: Minnesota. Y así lo hicieron, contratando a Roger Peterson, un piloto de 21 años que trabajaba para una compañía local de vuelos charter.

En un principio, viajarían en la aeronave Tommy Allsup -guitarrista-, Waylon Jennings -bajista-, y el propio Buddy Holly; pero el primero cedió su asiento a Valens -jugándolo a cara o cruz-,  ya que el compositor de 'La Bamba' nunca había volado en un avión. Por su parte, Jennings cedió su asiento a Richardson, que tenía una gripe severa. Cuando Holly lo supo le dijo: "Bien, espero que te congeles en ese viejo autobús", a lo que Jennings le respondió: "Bien, pues espero que tu viejo avión se estrelle". Todavía en 2002, cuando murió, a Jennings le perseguían las pesadillas.

Se dice que...

Aquel 3 de febrero a las 1:00 horas de la madrugada (hora local), el avión despegó, y nunca más contactó con la torre de control. Al otro día, sobre las 9:00 horas, el avión fue encontrado en un maizal a unos 8 kilómetros del aeropuerto. Fue aquel mismo empresario local el que reconoció los cuerpos de los músicos, que murieron de manera instantánea.

Se habla de la poca experiencia del piloto, e incluso de una pelea a bordo. Esta última hipótesis tomó fuerza cuando días después del accidente, se encontró en los alrededores la pistola de Holly. Aquello provocó que muchos años más tarde, el hijo de Richardson decidiera pedir una autopsia con el resultado menos amarillista: su cuerpo presentaba un gran cúmulo de fracturas que indicaban que había muerto en el impacto.

En la actualidad, en el lugar del accidente se puede encontrar un monumento en forma de guitarra, que incluye las figuras de tres discos con los nombres de los fallecidos. Allí se encuentra desde 1988, cuando un fan llamado Ken Paquette la instaló allí, convirtiéndolo en un lugar de peregrinación.

Un año antes, Hollywood contaba la historia de Valens en 'La Bamba', una película protagonizada por Lou Diamond Phillips, que contaba el éxito y la muerte de la estrella latina, pionera del rock chicano en Estados Unidos.

Los aviones, malos amigos de la música

Prácticamente toda la banda Lynyrd Skynyrd murió en un accidente avión que se cobró las vidas del cantante Ronnie Van Zant, el guitarrista Steve Gaines, y la corista Cassie Gaines. En aquel siniestro, también falleció un miembro del equipo que acompañaba a la banda, además del piloto y el copiloto.

Fue el 20 de octubre de 1977, y la causa también fue un cúmulo de casualidades, en este caso, técnicas: los pilotos calcularon mal la cantidad de combustible necesaria para el vuelo, y además un mecanismo interno presentaba una malfunción que le hizo quemar más gasolina de la necesaria. Siete años más tarde, el hermano de Ronnie, Johnny Van Zant, volvió a poner en marcha el grupo, que aún se mantiene en activo, recordando canciones como 'Sweet Home Alabama' o 'Free Bird'.