¿El primer dulce de la historia?

No había chuches, no había golosinas, no había pasteles, y el azúcar era un lujo al alcance de muy pocos; pero existía el arrope. Una especie de jarabe dulzón, obtenido de cocer a fuego lento pedazos de calabaza sumergidos en mosto, que antiguamente se guardaba en todas las despensas para cuando había que endulzar las gachas. Eran otros tiempos. Ya no quedan arropieros voceando su producto. Pero la historia nos demuestra que los viejos tiempos nunca se van para siempre. Este podría ser el primer dulce de la historia, como nos cuentan desde Chapinería, en Madrid. También puedes probar el arrope de higos y el arrope de uva.