Hace un año China creó un ordenador cuántico que desbancó al fabricado por Google y resolvió, en poco más de tres minutos, un problema matemático. Una operación que un ordenador normal tardaría en solucionar unos 2.500 millones de años. Además, el país asiático es líder en comunicación cuántica, que consiste en enviar claves para descifrar mensajes secretos usando una clave cuántica desde el espacio a dos estaciones terrestres separadas por más de 1.000 kilómetros, 10 veces más distancia de lo que se había conseguido nunca.
Hoy, un grupo de físicos del Instituto de Ciencias Fotónicas de Cataluña (ICFO) le gana la batalla al gigante asiático, resolviendo uno de los mayores problemas de la comunicación cuántica... ¿Cómo? Construyendo un repetidor para mensajes cifrados imposibles de espiar. El estudio supone una prueba de concepto clave, pues los investigadores han usado fotones con unas propiedades que permitirían enviar mensajes cuánticos usando la fibra óptica que ya usaba internet. Además, el equipo ha sido el primero en demostrar, que su comunicación tiene 60 modos diferentes de almacenar los fotones, un hito clave en este campo. El trabajo es la demostración de un primer paso hacia un repetidor cuántico.
