2002
La infancia de Miguel Hernández se desarrolla en su pueblo natal (Orihuela) paciendo rebaños de cabras en las montañas que rodean su casa. El sentimiento poético del joven Miguel choca frontalmente con la rudeza de un padre brusco y violento que no concibe otro porvenir para los suyos que el de vivir del pastoreo y la venta de ganado.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación