2009
Dirigido por: Manuel Palacios | Antonio Cuadri | Agustín Crespi | Miguel Albaladejo | Gracia Querejeta
La Unidad Central Operativa es la élite de la policía judicial del Instituto Armado, encargada de investigar la delincuencia especializada. Trabajan con las técnicas más avanzadas en investigación criminal,y en numerosas ocasiones, cuentan con la colaboración de policías o servicios de información de otros países.
La Unidad Central Operativa es la élite de la policía judicial del Instituto Armado, encargada de investigar la delincuencia especializada. Trabajan con las técnicas más avanzadas en investigación criminal,y en numerosas ocasiones, cuentan con la colaboración de policías o servicios de información de otros países.
Sin duda.
No, hay que acabar con eso esta noche.
Y meterles el miedo en el cuerpo.
Venga, pues ya hablamos. Hasta luego.
Adelante.
Ah. Felicidades.
Muchas gracias, Eva, pero... no bebo mientras trabajo.
Pero bueno, creo que por hoy...
hemos acabado.
Gracias.
Discúlpame, porque con tanto trabajo
desde que has llegado no te he hecho mucho caso.
¿Nos sentamos?
Bueno, pues... no sé, háblame de ti.
Pues no sé, no... No me aburre lo que veo.
¿A qué hora fue el tiroteo? -Entre las 2:30 y las 3:00
de esta madrugada, más o menos. -No ha habido muertos ni heridos.
Nos han informado hace un momento.
Bueno, eso no parece un atentado. Aunque es pronto para saberlo.
¿Movida chunga o qué?
No lo sé. Hay que salir hacia allí cuanto antes.
Buenos días, Chef, cariño. ¿Cómo has dormido?
Lo dice por Matahari mayormente, si te ha llamado o...
Aaah...
Mierda.
Si sabía yo...
Me iba a sentar mal.
Pero no es necesario.
No, déjela.
Déjalo, mujer, ya lo hago yo. No te preocupes.
¿Hemos encontrado algo?
Cuatro proyectiles. Parecen de arma larga, -¿5,56? -Podría ser.
Ni rastro de huellas ni marcas de automóvil.
¿De dónde cojones le habrán disparado?
Y sobre todo por qué.
Bah, nada que no pueda arreglar un buen tinte.
¿has visto mi agenda? Se me debe haber caído.
Déjalo, déjalo, ya... la buscaré mañana.
Bueno, perdóname tú a mí.
Creo voy a marcharme.
Ha debido de ser del... el champán.
No te quedes demasiado tarde, ¿eh?
Y no te preocupes.
No tengo ninguna prisa.
Hace tres meses: Mónica Cela. Accidente, siniestro total.
Hace un mes: Disparos en un lavado de coche.
Se carga un perro.
Hace tres días: Alfredo Díaz,
inspector de Hacienda. Ayer: un vagabundo.
Todo en un radio de menos de 5 km.
Que todos los impactos son
del mismo rifle, un calibre 22.
Sólo sabemos dónde compraba la pólvora, poco más.
Yo creo que lo hace para divertirse.
Sí, sí lo hay. Ramiro Vallejo, nuestro empresario
arruinado utiliza la misma pólvora.
Quizá tengamos dos tiradores.
¿Puedo?
Bueno, ¿entonces qué hacemos?
Uuh.
Bueno, ¿seguimos con el empresario?
¿Puedo?
Una.
¿Qué pasa con Toni?
A lo mejor fue invención de la conductora, pero...
Muchas coincidencias. ¿Para qué inventárselo?
Creo que es lo bastante grave como para investigarlo.
Yo también... y la encontraremos.
Ya lo hicimos, mi Coronel.
¿Cuándo? -Hace un mes.
Un bicho más majo. -Estábamos dentro, no oímos nada.
Y cuando salgo me lo encuentro ahí, con la cabeza reventada.
¿Y por qué no lo denunciasteis?
¿Para qué? ¿Desde cuándo se investiga el asesinato de un perro?
¿Por qué sabéis que fue un disparo?
Pudieron atropellarle o... -Que va, que va.
Un agujero así de grande. ¿Quieres verlo? -¿El qué?
El chucho. Lo enterramos hay detrás.
Llama a Científica, hay que sacar esa bala.
¿Es que buscáis a alguien?
No, estamos de turismo, no te jode.
Yo he visto un par de veces a un tío andando por aquí,
al anochecer. Un tío raro. -¿Raro por qué?
Llevaba gorra y chaquetón militar y una funda colgada al hombro.
¿Una funda de escopeta?
Sí. Pero no como la de cazador. Más larga y delgada.
¿Y por qué no has dicho nada hasta ahora?
¿Y por qué no me lo has dicho hasta ahora?
Y tú sigue comiendo eso, verás luego que retortijones te dan.
Pues por aquí debió morir el pobre chucho.
Pablo, ven a ver esto.
Pero qué lista es mi loquera, coño.
Pues eso tiene que ser un rifle. Y puede ser un 5,56.
Sí, y por la misma zona donde dispararon
a nuestro inspector de hacienda.
Tuvieron que hacerlo de allí.
¿Por qué?
Pues porque no hay otra trayectoria posible de la bala.
Bueno...
Y porque lo dice el informe de Balística. -¡Claro!
¿Suele circular siempre por ese lugar a esas horas?
No, no, sólo los martes y los jueves.
¿Hace horas extras?
No, lo que pasa es que esos días
voy a un club de ajedrez, por eso paso más tarde.
¿Sospecha de alguien?
¿Qué?
Alguien que quisiera matarle.
Algún enemigo.
¡Pero qué dice, hombre! Por supuesto que no.
Debe ser un error, se habrán confundido con otra persona.
No, mire, tiene usted un coche inconfundible,
un BMW color champán, del que se vendieron exactamente... diez.
Qué me está diciendo... que alguien
está intentando matarme? ¿Debe dinero?
Claro que no.
Mire, lo mejor que puede hacer es decirnos toda la verdad.
Eso... es lo que estoy haciendo.
La persona que lo intentó ha fallado una vez.
Pero puede volver a intentarlo.
No puede ser.
Sierra.
Yo creo que oculta algo.
Porque nadie dispara a mitad
de la noche por error. ¿Qué hacemos?
Sí.
Naturalmente. Ajá.
Sí, nos pondremos en contacto con él.
No se preocupes. Hasta luego.
Eva.
Todavía de usted.
Anda, siéntate.
¿Sabes que al final me desapareció?
Eeeh... La mancha de la chaqueta, el cava.
-Toma. Fue tu cumpleaños, ¿no?
Espero que te guste.
Me gusta que la gente que trabaja conmigo se sienta cómoda.
Sobre todo la gente que me gusta.
Además quería proponerte una cosa.
Dentro de muy poquito tiempo...
me voy a marchar a Londres para dirigir personalmente desde allí
todos nuestros negocios.
¿Hablas inglés?
Me refiero a inglés jurídico.
Me gustaría que vinieras conmigo.
¿Hay alguien... que lo impida?
Claro.
Te la puedo dar esta noche cenando.
¿O tienes un compromiso?
Los proyectiles son del 5,56, probablemente de un rifle del 22.
¿Lo han confirmado? -No, bala está muy abollada.
Y hemos rastreado toda la zona y no hemos encontrado nada.
El rango de disparo es de una distancia de 2 km aproximadamente.
O sea, una mira telescópica. -Cinco tiros y ningún blanco.
Era de noche. -A lo mejor sólo quería asustarle.
-A esa distancia con una mira telescópica
y con esa precisión en los impactos
lo más seguro es que no quisiera asustarle, se lo quería cargar.
Qué lista eres, coño.
Pues entonces es que es muy mal tirador.
Marina, revisa los datos de todos los coches similares.
Quizá ese hombre tenía razón
y se equivocaron de víctima. Pablo, céntrate en él.
Si tiene algún enemigo no nos lo quiere contar.
Oye, ¿qué tal va la Matahari?
Laura, se llama Laura.
Todo bien.
Bueno, pues mantenme informado. -Te estoy informando, ¿no?
Oye, Heidi, ¿qué tal si te haces unas trencitas y te relajas un poco?
Gracias por el consejo, pichabrava.
-Eso es lo más inteligente que has dicho en un mes. -Sí.
¿Yo?
De una picoleta que usa rimmel.
¡Venga ya! ¿De qué se me acusa?
Hombre, el que faltaba.
Es que me estoy arrepintiendo
de mis pecados, ¿sabes?
Me estáis dando un miedo.
¿Alguna pista con el coche de la víctima?
Es un modelo muy antiguo.
Todos dados de baja menos el suyo, así que...
Que no fue un error.
¿Y tú, tienes algo?
Un soseras. Casado, funcionario...
con hijos, jugador de ajedrez...
¿Dinero?
Nada fuera de lo común.
Hipoteca, fondos de inversión. Un tío normal.
Nadie es normal.
Entonces, ¿de qué sirve esa palabra?
¿Y si nos dijo la verdad y alguien lo confundió con otro?
Un tirador profesional no comete esos errores.
Tenía un motivo para matarle.
Chicos, nuestro inspector de hacienda
no es una Hermanita de la Caridad. ¿Puedo? -Sí.
Los he recopilado de su ordenador personal, son mensajes de correo.
Los habría querido borrar, pero pude recuperarlos.
No contaban con mi astucia. -¡Ay, pillín!
¿Lo ves? Nadie es normal.
Ahí está.
Ajá.
Este es el último.
Los dos primeros sólo le advertía.
Y esto es una amenaza muy clara. De muerte.
¿Necesitamos algo más?
Nacho y el Chef están rastreando el remitente.
Le preguntamos si tenía algún enemigo. -Yo...
¿Por qué borró los correos donde le amenazaban?
No quería que lo viese mi mujer y se asustase.
¿Sospechó de alguien en concreto?
No.
O sea, que recibe un anónimo, no sospecha de nadie
y ni siquiera se le ocurre denunciarlo.
Bueno, yo soy inspector de hacienda,
supongo que no le caigo muy bien a mucha gente.
Eso seguro.
Pero sólo una persona envió un mail amenazándole.
Sí.
Tiene usted una amante, ¿verdad?
Un aman...
Bueno...
Eeh... era una compañera de trabajo.
Pero no pasó nada, sólo quedamos una par de veces
para tomar un café; eso fue todo.
Y entre café y café querían cortarle la cabeza.
Vale, está bien, sí.
Supongo que había algo más, que nos gustábamos.
Pero fue cosa de unas semanas, luego lo dejamos.
Cuando recibió el anónimo sospechó del marido, ¿verdad? -Sí.
Ella... se sintió culpable.
Le juro que no fue nada serio, pero el marido es muy celoso.
Ya. ¿Puede decirnos su nombre?
Joder, cuando se entere mi mujer.
Les pillé mandándose mensajes.
¿Sabe que amenazar a una persona de muerte es un delito grave? -Supongo.
¿Estaba dispuesto a hacerlo?
¿Hacer qué? -Cortarle la cabeza.
¿Cómo pensaba hacerlo, con una sierra mecánica?
¿Le han puesto alguna vez los cuernos?
Conteste, por favor. -¡No lo sé! No.
¿Disparo a usted a Alfredo Díaz?
No, pero me alegro de que alguien lo hiciera.
Aparte de la miopía tengo una lesión en la retina.
Puede comprobarlo, tengo el certificado.
No le daría ni a un elefante delante.
Aparte de usted, ¿sabe de alguien más que quisiera matarle?
Era inspector de hacienda. -Su mujer también.
¿También pensó cortarle la cabeza?
Tuvieron un caso complicado, ¿no le han hablado de él? -¿Cómo?
Investigaron a un empresario, le expedientaron y juró que se vengaría.
Supongo que el pasar tantas horas juntos les uniría
y por eso se liaron. -¿Cómo ha dicho?
Que mi mujer y Alfredo... -No, no, no. Lo del empresario.
No volváis a pedirme algo así nunca más.
No puedo retrasar una autopsia sin una orden.
Te debemos una, Palomita.
Un tiro limpio, la bala apenas tiene desperfectos.
Y también es del 5,56.
Hay que analizar si la bala fue disparada
por el mismo fusil que la que mató al perro.
¿Y este quién era?
Aún no lo sabemos.
El que lo encontró dijo que era un vagabundo que recogía chatarra.
Y en las misma zona que los otros disparos.
Al final ha matado a alguien. -Y tanto.
Tengo que irme.
No me toquéis nada, ¿vale?
Me voy a callar.
Paloma. -Dime.
¿Cómo llevas lo de tu embarazo?
Sigue ahí.
Bueno, pues si necesitas algo ya sabes, ¿eh? -Gracias.
Hasta luego. -Hasta luego.
Vente para acá. Mira.
¿Ves las rayas esas longitudinales y las muescas que hay en la cabeza?
¿Y qué tengo que ver?
Pues que ha usado varias veces la misma vaina.
Él mismo recarga las balas.
¿Y por qué haría eso?
Pues porque es un experto en armas y usa su propia pólvora.
Debe tener una máquina de recargar.
Entonces aquí debe haber restos de pólvora.
Elemental, querido Watson.
Y es lo que nos va a llevar adonde la ha comprado.
Ajá.
Sí. Sí, espero. Muchas gracias.
Échale un ojo a esto. Hace 3 meses, un siniestro total.
Y en el mismo lugar que el inspector de hacienda.
Y mira lo que alegó la conductora.
Que le dispararon. -Sí.
Sí, hola.
¿Mónica Cela? Sí, hola. Soy el cabo Pablo Molina,
de la Unidad Operativa de la Guardia Civil.
Le llamo en relación con el accidente que tuvo usted hace 3 meses.
Tengo el informe delante y...
Bueno, usted dice que era una noche clara, era una recta,
iba a menos de 90 y que de repente oyó un golpe seco
y notó como si alguien la hubiese disparado.
¿Sigue pensando lo mismo?
Ajá.
Vale, muy bien. Pues muchas gracias. Gracias.
Sigue pensando lo mismo.
Pero en el informe no menciona ningún impacto ni ninguna bala.
Como que el coche quedó destrozado. Nadie buscó la bala.
Para mí que esto es un pirado
que está disparando indiscriminadamente a la peña.
Sí. ¿Pero qué clase de pirado haría eso?
Un tirador profesional que le gusta disparar.
Tengo que volver a la unidad.
Luís...
Si me pasara algo quiero que te ocupes de mi hijo.
Merche, no te va a pasar nada. -Bueno, pero si me pasara.
Júrame que lo harás. -Merche...
Por favor, júramelo.
Te lo juro.
Merche...
¡Merche!
Ha habido una explosión en el hotel.
Pero... no se ha encontrado el cuerpo de Merche.
Entonces... ¿Tú sabías que escondía a Merche?
¿Qué haces aquí?
¡Joder! Creía que... Yo qué sé...
¿Lo sabe Garrido?
¿Estás bien?
Todavía no lo sé. Y prefiero no pensarlo.
Al final nuestro funcionario sí tenía un enemigo.
Hace 6 meses expedientó a una empresario. -Facturas falsas.
Nada importante, pero tuvo que cerrar la empresa.
Vamos, que se lo quitaron todo. -Incluida su familia.
Un funcionario implacable.
El típico inspector de hacienda meticuloso y tiquismiquis.
Comprometido con su trabajo. -Eso no es malo, ¿no?
Se llama... -Ramiro Vallejo.
Tenía una empresa de máquinas hidráulicas.
No le iba muy bien y empezó a emitir facturas falsas.
Blanqueo.
El de un amigo constructor, que se hizo rico con el bum
y no sabía qué hacer tanto. -Un acuerdo perfecto.
Hasta que le pilló nuestro inspector.
-Le cayó un puro, pero se libró del talego por los pelos.
Y el tío juró matarle. -Hay testigos.
Ni rastro de casquillos.
Debió recogerlos.
Un tipo muy minucioso.
Y considerado con el medioambiente.
Tuvo que hacerlo desde uno de estos árboles.
¿Cómo lo sabes?
Pues porque yo hubiese hecho lo mismo.
Tiene... la vista perfecta. Déjame los prismáticos.
Lo siento por Garrido, pero tenemos un psicópata suelto.
¿En qué piensas?
En que a lo mejor ahora estamos en su punto de mira.
Joder, qué mal rollo, loquera.
A ver, de todos modos un rifle
con esa potencia debió escucharse de lejos.
Desde luego ahí enfrente seguro.
Sí, bueno, pero hace un mes.
¿Quién se acordará de un sonido tan extraño?
¿Tenemos algo mejor? -No.
Voy a echare un vistazo. -Te veo luego.
Cuando mi empresa quebró dejé muchas deudas.
No todo el mundo tuvo paciencia a la hora de cobrar.
Por eso aprendió a disparar.
¿Desde cuándo practica tiro?
Siempre me ha gustado.
¿Puedo decirnos dónde estuvo la noche del pasado 8 de junio?
En mi casa.
¿Alguien puede corroborarlo? Mi gato.
Vivo solo.
¿Qué le dice el nombre de Alfredo Díaz?
Ya nada. -¿Y antes?
Pero vamos a ver, ¿pero por qué estoy aquí?
¿Disparó contra Alfredo Díaz? -¡No! ¿Por qué me pregunta eso?
Porque alguien sí lo hizo.
Y cuando le expedientaron por el informe del señor Díaz
usted juró vengarse. -Arruinó mi vida.
¿Qué iba a decirle... "Muchas gracias?
Necesitamos comprobar su rifle.
No me has respondido.
Dinero.
La semana que viene.
No quiero aburrirte con detalles de trabajo.
Perdona.
Dime.
No, no estoy ocupado, dime.
Chis, no muevas el micro.
¡Detenido! Ya.
No, desde luego.
Sería conveniente cambiarlo todo de sitio.
No, pero mejor lo hablamos en persona.
Ah, estoy solo, pero no...
No quiero que me llames por teléfono.
Mañana, mañana en mi despacho.
Da igual, ya no tenemos que disimular.
Las 12:30.
Ajá.
De acuerdo.
Hasta mañana.
Tranquilo.
Un pesado.
Tenía la sensación...
de que ibas a besarme.
Bueno, es que... Sólo gané algunas medallas.
No, no, nunca. ¿Por qué?
Usted suele cargar su propia munición, ¿no es así?
Sí. Consigues mejor lo que quieres.
Más peso, potencia de tiro.
Hemos encontrado esto
en el lugar donde se efectuaron los disparos.
Tiene resto de pólvora de la que usted suele adquirir.
Bueno, ¿y eso qué significa?
Mucha gente la compraba en el mismo sitio. -Se equivoca.
Sólo 8 personas en el último año.
Pablo Molina, Guardia Civil.
Agustín Vallés.
¿Desde cuándo trabajas aquí?
Hace un par de años. -¿Y hacéis turnos?
No, este servicio sólo lo hago yo.
Entonces, supongo que oirías algo.
Hace mes, mes y medio, hubo unos disparos. Mataron un perro.
Sí. Sí, sí, fue por la noche, ¿no? -¿Sobre qué hora?
A las once, once y media... Por ahí.
¿Y viste algo? -No.
No se me permite salir del recinto.
Lo que sí hoy fueron... ¿cuántos fueron?
Dos... dos o tres disparos.
¿Y cómo sabes que eran disparos? -El sonido es inconfundible.
Ya.
Si oyes algo raro o sospechoso, avísanos.
Lo haré. -Gracias.
Le repito que yo no disparé a Díaz.
Pero usted lo ha dicho, arruinó su vida.
Perdió su empresa, su mujer... sus hijos.
¿Cómo se supera eso?
Yo no he dicho que se pueda.
La venganza es una reacción lógica.
Si yo fuese usted focalizaría todo mi odio en ese hombre.
Sí, pero no le mataría.
Bueno, sí, verá... Reconozco que...
Reconozco que un principio estuve obsesionado con él, sí, sí.
Le seguí, sí.
Conocía todos sus movimientos, toda su vida.
Muchas veces pensé en hacerle de todo.
Quemarle la casa, echarle cianuro en el café,
cortarle los frenos del coche, tirarle por el balcón...
Yo qué sé, millones de cosas.
Eso se piensa, pero no se hace. -¿Dispararle?
Sí, también dispararle. Pero yo no lo hice, se lo juro.
No, no.
Bueno, verá, sí, eeh... En el club conocí a un chaval.
Hice amistad con él.
Supongo yo con algunas copas pues a lo mejor le conté mis problemas, sí.
¿Nos puede dar su nombre?
Audio okey. Chef, ¿vídeo?
Dentro. -Listo.
¡Eh, la imagen!
No sé, se nos ha ido. Pero no creo que nos haya descubierto.
Quizá tropezara con la cámara. -No tenemos ni audio ni vídeo.
Bueno, pues la llamas y le explicas.
¿Laura? Atiende, cambio de planes.
No funciona ni el micro ni la cámara.
¿Puedes entrar al despacho ahora mismo?
Pues entra.
¿Dónde está el boli?
No recibimos ninguna señal. Abre el boli.
Quizá falle la conexión a la batería.
Nada.
Laura, seguimos sin ver nada. A ver, no toques la lente.
En la parte de atrás, el cable.
Muévelo con cuidado, es el cable de conexión.
Nada, nada de nada. -No me pongas nervioso.
¿Ahí por allí algún imán, algún móvil cerca?
Sal de ahí. -¡Está, se ve, se ve!
Laura, tenemos imagen. Déjalo en su sitio y sal.
¿Pero fuiste al sitio que te dije yo?
Muy bueno, por cierto. -Hombre, fantástico.
¿Hablaste con Juanma, con el dueño? -Sí, sí, le di saludos tuyos.
Le dijiste que ibas de mi parte, ¿no?
Claro, hombre. -Pues nada, siéntate, siéntate.
Este asunto no ha salido como estaba previsto.
¿Sabes algo de Toni?
Nada.
Pero tengo un plan.
Bueno, sabemos perfectamente que...
A ver, chicos, nuestro hombre fue sargento del Ejército.
¿En qué unidad? -Brigada Paracaidista.
Es una unidad de élite.
Estuvo en Mostar durante la guerra de los Balcanes.
Uh, Mostar, el peor de los destinos.
¿Y tú cómo lo sabes?
Porque un tío mío sirvió allí y volvió majareta.
Abandonó el Ejército hace cinco años.
Bueno, aparte de eso tiene: licencia de armas,
un revólver reglamentario, el de la empresa, y un rifle,
un Ceska 550 Magnum. Que no es el de nuestro tirador.
El que buscamos puede conseguirse en el mercado negro.
O habérselo traído de souvenir de guerra.
Chicos, tengo algo mejor.
El guarda. -¿El guarda?
Buenos días.
Muy bien. ¿Algo más?
Eva, lo que estuvimos hablando el otro día sobre Londres.
Mucho me temo que va a haber que posponerlo.
Cambio de planes.
Quién sabe.
Los negocios son así.
Sé que puede retenerme hasta 72 horas.
Pero, Capitán... Pierde el tiempo conmigo.
Leo.
Escucho la radio.
Me aburro.
Me masturbo.
Nada.
Afirmativo, señor.
No se me permite.
No se me permite.
Estaba allí cuando yo llegué.
Afirmativo.
No se me permite.
Mi Capitán...
¿Qué quiere de mí?
No, señor.
Sí, estuvo a mis órdenes. Un buen suboficial.
¿Por qué dejó las Fuerzas Armadas?
No es una vida fácil.
Eso usted lo sabe.
Y menos en un conflicto como aquel, de una crueldad inaudita.
Sí.
¿Cómo era el Sargento?
Me refiero a su actitud ante el servicio.
Decidido, valiente, un buen líder.
Y... ¿a nivel personal?
Temperamental. ¿Eso qué quiere decir?
Tenía reacciones violentas. Pero bueno, como casi todos.
Teniente, lo de Los Balcanes fue muy duro.
Mucho más de lo que se ha contado.
Era muy difícil mantener la calma ante todo lo que estaba pasando.
Comandante...
¿El sargento Castro era un buen tirador?
¿Tiene que consultarlo?
No, no, en absoluto.
Era un tirador de primera,
como cualquier miembro de la Brigada Paracaidista.
¿Sabe si el Sargento estaba preparado para tanta tensión?
Eran chicos de veinte y pocos años.
Teniente, nadie está preparado para tanto horror.
La guerra pone en su sitio a un soldado.
O sea, ¿que envió al Sargento a casa de nuevo?
Yo era su teniente en aquella misión.
Cuando me llamaron ustedes
quise recordar cómo era.
Cómo éramos.
Ahí le tiene.
Perdone, ¿este pañuelo era reglamentario?
No éramos muy estrictos con esas cosas. Además...
¿Además?
Era de su novia.
De su novia de aquí, un recuerdo. -No.
No.
El Sargento se enamoró de una joven en Mostar.
Ella le regaló ese pañuelo y él no se lo quitaba nunca.
Lástima que la cosa terminara mal.
¿Mal? ¿Qué es lo que terminó mal?
Los serbios la asesinaron.
Claro que conocí a Ramiro.
A veces disparábamos juntos.
Conocidos.
Pues de todo y nada, ya sabe.
Alfredo Díaz...
Me suena ese nombre.
Aah.
Me contó su historia.
¿Pero por qué lo pregunta?
¿En serio?
¿Cómo quiere que me fuese?
Fue una guerra muy jodida.
Nos llevaron allí para imponer la paz.
O eso nos dijeron.
Aay...
Se odiaban a muerte.
No querían saber nada de la paz, y menos de nosotros.
Afirmativo.
El ejército serbio era una pandilla de asesinos.
A veces abríamos fuego...
Disuasoria, nada más.
Paramilitares serbios.
Apunté...
Y disparé.
Esos cosas personales.
Mire, señor.
Yo tengo en muy alta estima a la Guardia Civil.
Y quiero ayudar.
Pero en unas horas comienza mi servicio y me tengo que marchar.
Sierra.
¿Y el informe?
Toma, Marina. -Gracias. -De nada.
A ver, compañeros, traigo noticias.
Hemos registrado la casa y la taquilla y ni rastro del rifle,
ni de la máquina de recarga, ni la munición.
Quizá lo tengo escondidos o se deshizo de él.
Teóricamente tiene coartada.
Porque los disparos se efectuaron a unas horas
en las que él estaba en su puesto de trabajo.
Y sobre todo solo, se pudo dar los paseos que quiso con el rifle.
Entonces lo tendrá escondido.
Y compra la misma pólvora y en el mismo sitio.
Hay algo más, chicos, encontré este pañuelo con rastros de sangre.
Lo he llevado a analizar
y no han encontrado nada en la base de datos.
Lo que me imaginaba.
¿Qué te imaginabas?
Pues que la sangre de este pañuelo es de una persona
que murió hace 15 años.
¿Y qué tal si compartimos la información, Segura?
Es lo que hago ahora, compañero.
No, no la tengo.
No...
No se siente poder.
No se siente nada.
No ves...
a una persona.
Sólo vez un blanco en movimiento.
Un muñequito.
Por una lente así de pequeña.
No es nadie.
No lo oyes.
Con un simple gesto...
¡Cras!
Aah...
Afirmativo.
¿De dónde sacó mi pañuelo?
Jani... Janika.
Perseguí a sus asesinos.
Durante días.
Los encontré.
Y les puse en el punto de mira.
Los maté a todos.
A los seis.
Y luego los rematé a todos.
Uno por uno.
Y después los quemé a todos.
Menos violarles...
Les hizo lo mismo que hicieron con mi Janika.
No.
No, no me lo pidió.
Si le disparé... fue por casualidad.
No busco un blanco.
Cargo, apunto y disparo.
Pasatiempo.
Es un pasatiempo.
Afirmativo.
¿Le importa que me lo quede?
A la orden, mi Capitán.
Vamos a ver, no entiendo nada.
¿Me están diciendo que esto ha sido como un tiro al blanco, una broma?
Ya, ¿pero por qué a mí?
Pues espero qué sepan hacer con él, porque a mí me la ha desgraciado.
Pues en el fondo tuvo suerte. -¿Ah, suerte?
Ajá.
Joder.
Bueno, supongo que... Debo darles las gracias.
Cuídese. -Sí.
Te he comprado algo de ropa.
Gracias.
¿Qué vas a hacer?
Nosotros no podemos darte protección, Merche.
Ya no soy útil y ahora que me den, ¿no?
Nunca te lo oculté, Merche.
Desde el primer momento sabías que esto podía ocurrir.
Sí, tienes razón.
Es que no es nada divertido saber que te quieren matar.
Esta vez sí que estamos cerca. Les vamos a pillar.
¿Y a qué esperáis? ¿Por qué no los cogéis?
No es tan sencillo, necesitamos más pruebas.
No lo entiendo.
Sabéis de sobra que Jesús mató a mi hermana y a mi sobrino.
Sin pruebas de nada vale saberlo.
Pero ahora...
Quiero que me digas qué vas a hacer, de qué vas a vivir.
Ya me las arreglaré.
Ahora lo único que me importa
es que ese pague por lo que ha hecho. -Eso es cosa nuestra.
Ya no sé si fiarme. -Le vamos a coger, ya lo verás.
Pero ahora quiero que vengas conmigo a mi casa.
Gracias, pero no quiero tu compasión.
No es compasión.
Te quiero.
Y no consentiré...
que te hagan daño.
Que no, que esto no puede salir bien. -Escúchame, Merche, escúchame.
Esto sólo depende...
de ti y de mí, nada más.
Oye, ¿no me podéis dejar en paz?
Ya me habéis trincado, ¿no? ¿Qué más?
Sí, se agradece la preocupación. ¿Y ahora me puede ir?
Necesito cambiarme de calzoncillos.
Vale.
¿Cuál es el trato?