Domingos a las 10.25 h.
Manos Unidas es ONG de desarrollo de la Iglesia católica.
Nació hace más de 60 años,
cuando un grupo de mujeres de Acción Católica decidieron
declarar la guerra al hambre.
Tenemos dos fines principales:
la sensibilización de la población española
sobre el hambre y sus causas
y la recaudación de fondos
para financiar proyectos de desarrollo
en los países del sur.
Lanzamos una campaña, cada año distinta,
siempre en una lucha contra el hambre,
pero enfocado a distintos puntos de vista.
La de este año se llama
Contagia solidaridad para acabar con el hambre,
porque el hambre es la mayor pandemia que sufre el mundo,
mucho más allá que el COVID,
porque el hambre y la pobreza es
lo que tenemos claramente que combatir.
Por eso, Manos Unidas lanza esta campaña,
que dura todo el año,
que ahora, en el mes de febrero,
es nuestro mes de éxito,
pero para concienciar a todo el mundo
y para ayudarnos a recaudar esos fondos
para financiar los proyectos
y luchar contra el hambre.
Manos Unidas, como a todo el mundo,
nos cambió la vida hace casi un año,
en el mes de marzo,
cuando nos tuvimos que confinar en casa.
Esto hizo que nos tuviéramos que reinventar nosotros, aquí,
en España,
en servicios centrales,
en todas las delegaciones de Manos Unidas,
que teníamos que trabajar todos dentro de casa.
Pero, además, también en nuestros socios locales,
en los países en los que trabajamos,
porque ellos también se vieron obligados a confinarse.
Estos nos hizo reinventarnos
y, bueno, el mundo informático y los programas telemáticos,
todo es lo que nos ha servido para seguir adelante,
pero, imagínate,
en los países en los que no tienen prácticamente acceso a vivienda,
lo que es confinarse,
lo que es no tener acceso al agua para lavarse las manos,
el recordatorio que nos han hecho todo el tiempo
para luchar contra el COVID,
entonces,
hemos tenido que formular otra vez muchos proyectos.
Hemos tenido que desarrollar muchos proyectos de emergencia,
más de 136 proyectos,
que han beneficiado a un millón y pico de personas,
dándoles mascarillas, geles, también alimentos,
porque este confinamiento produce hambre.
Ha habido países en los que han decidido
que era mejor dar libertad, salir a la calle,
porque era preferible morir de COVID que morir de hambre.
Este año nos acompañan, aunque sea a distancia,
dos fantásticos socios locales, nuestros dos misioneras.
Una de ellas es Alicia Vacas.
Ella es una misionera comboniana, especializada,
lleva toda la vida trabajando en Oriente Medio.
Ahora es la superiora para toda la zona de Oriente Medio.
Y nos va a presentar, sobre todo,
el trabajo que hace con las mujeres refugiadas que vienen de Eritrea,
que vienen de Sudán,
que han tenido que pasar un auténtico infierno
cruzando el desierto del Sinaí
para llegar a lo que ellos creen que es un paraíso
y nada más lejos de la realidad.
Entonces, les dan una oportunidad, un oficio,
sacar todos los fantasmas que tienen dentro,
de lo mal que lo han pasado.
Es un testimonio maravilloso,
porque el trabajo que hacen realmente es extraordinario.
Y, por otro lado, tenemos a Raquel Reynoso.
Ella trabaja en Perú
y también trabaja con mujeres.
Trabaja con mujeres marginadas,
las etnias que están más discriminadas
y también hace un trabajo de apoyo
que Manos Unidas lleva muchísimos años
colaborando con ellas.
Yo tengo que pedir que nos ayudéis,
que nos ayudéis a acabar con esa pandemia del hambre.
Manos Unidas lleva 60 años trabajando
más de 60 años,
y ha demostrado que su austeridad, que los fondos llegan,
que trabajamos con los más vulnerables,
trabajamos donde casi no llega a nadie.
Yo os pido que nos ayudáis,
porque, realmente,
si en España la situación es difícil,
no os podéis imaginar lo que es la situación
en el resto de los países en los que trabajamos.
(Música)
-Mientras el mundo sufre
la primera gran pandemia del siglo XXI,
en muchos lugares no hay sistemas sanitarios eficaces.
No hay acceso al agua limpia.
No hay viviendas donde confinarse,
no hay escuelas que cerrar.
No hay tiendas ni supermercados
y en muchos casos, ni siquiera hay alimentos.
(Música)
Estos grandes dramas que nos ha revelado
la pandemia de COVID 19
son realidades que ya existían para millones de personas.
El coronavirus, simplemente, las ha hecho más visibles,
más graves, más duras y más urgentes.
Porque desde siempre, a lo largo de la historia,
las mayores pandemias han sido la desigualdad,
la pobreza y el hambre.
(Música)
Tenemos que cambiar el mundo entre todos,
contagiar solidaridad
para acabar con la desigualdad, con la pobreza,
con el hambre.
(Música)
Colabora con Manos Unidas.
(Música)
Testimonio sobre Manos Unidas, cuya campaña anual gira en esta ocasión en torno al lema "Contagia solidaridad para acabar con el hambre.