En Huesca, el juez del caso de la niña Naiara, ha impuesto la pena máxima a su asesino, su tío político, Iván Pardo: prisión permanente revisable. Para el hermano y la madre del acusado también les ha condenado a dos años de cárcel por malos tratos habituales. Los hechos tuvieron lugar en julio de 2017 y el cuerpo de la menor, que falleció a causa de un traumatismo craneoencefálico, presentaba hasta 56 lesiones. Pardo se declaró culpable y achacó el ataque al estrés, el magistrado considera que actuó de forma "feroz y despiadada", delante de dos primas de la pequeña a las que impidió pedir ayuda.
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