Muchos pisos turísticos, vacíos por la falta de visitantes extranjeros, han encontrado en la organización de fiestas ilegales un filón económico. Convocan a través de Whatsapp y ofrecen en algunas ocasiones barra libre y permiten fumar dentro, incumpliendo con las restricciones sanitarias. La policía ha intervenido en unas 200 fiestas este puente en Madrid y alerta de que la sanción mínima es de 600 euros por este tipo de eventos.
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