El Papa ha comenzado su primer viaje en pandemia. Es una histórica visita a Irak, donde le han recibido con cantos y bailes. En su primer discurso en Bagdad, Francisco ha pedido el fin de la violencia, del extremismo y de la intolerancia en una tierra, dice, "martirizada". Apenas quedan 300.000 cristianos en Irak, la cuarta parte de los que había antes de la guerra y del califato del Daesh.
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